La Habana, 24 abr (RHC) Con la obra Cutendencia, del grupo puertorriqueño Y no había luz, finalizó este domingo en la provincia cubana de Matanza el XII Taller Internacional de Títeres de Matanzas (Titim), tras seis jornadas iniciadas el 19 de abril.
La pieza teatral combina danza, muñecos y el clown, con pocos parlamentos y mucho movimiento corporal, y su tema central aborda como las personas aceptan las diferencias y se adaptan a los cambios.
Un amplio programa de más de 90 puestas en escenas matizó esta edición, la cual tuvo como lema: Un retablo con el color del mundo y a la que asistieron 26 agrupaciones de ellas nueve del exterior.
Los grupos foráneos procedieron de Argentina, Costa Rica, Chile, México, Francia, Finlandia, Bulgaria, Suiza y de la cita isla caribeña.
El Titim tuvo como sedes centrales salas, museos y espacios abiertos de esta ciudad, a 100 kilómetros al este de La Habana, así como instituciones y plazas de otros siete municipios del territorio de Matanzas.
En el marco del foro se entregaron el Premio Villanueva, de la crítica teatral cubana, a Teatro Etcétera, de España; y la Distinción Hermanos Camejo y Pepe Carril a dos prominentes figuras cubanas; Xiomara Palacio y Armando Morales.
Además, el local Teatro de las Estaciones recibió el Premio de la Asociación de Cronistas de Espectáculos, de Nueva York, que le fuera otorgado por ese ente en enero de este año.
La agenda incluyó encuentros sobre dirección artística, diseño, máscaras y construcción de marionetas de papel, así como un evento especial sobre Ritmo y melodía en la escritura teatral para niños.
Los organizadores dedicaron la cita a los 60 años de Pelusín del Monte, títere nacional, creación del Guiñol de Cuba, fundado en 1956, y de Dora Alonso (1910-2001), una de las más importantes escritoras para niños de la isla.
También reconoció la labor artística comunitaria del Teatro Andante, de la oriental provincia cubana de Granma, y a los dramaturgos-poetas Federico García Lorca (España) y Javier Villafañe (Argentina).
El comité gestor previó espacios para grupos de pequeño formato, espectáculos especiales; conciertos; La calle de los títeres, tradicional espacio comunitario festivo organizado por Teatro Papalote de esta urbe; conferencias, mesas de opinión y exposiciones.
