Bayamo, Cuba, 22 ene (PL) Cuando pensamos en el mejor jugador de la Serie Nacional de béisbol en la actualidad, rápidamente el cerebro, sin medias tintas, lanza el nombre de Alfredo Despaigne, superestrella en Granma, en Japón y en la Conchinchina.
Fornido, sencillo, alegre, sincero, valiente, Alfredo siempre pone el punto sobre las íes y a diario, dispuesto a plenitud y sin reservas, sale al terreno a darlo todo por su equipo, sea cuando sea y juegue donde juegue.
Hoy tiene una cita enorme con la historia. El equipo de sus amores, los Alazanes de Granma, comanda por 3-0 ante Ciego de Ávila la gran final del campeonato cubano. Con una victoria, los granmenses y Despaigne harían realidad una quimera: coronarse por primera vez en la historia del club.
Tenemos el objetivo casi cumplido. Es increíble. Ahora debemos rematarlo aquí (en el estadio Mártires de Barbados de Bayamo), para no tener que regresar a Ciego de Ávila. Vamos a darlo todo para acabar hoy mismo, remarcó el slugger de 30 años, natural de Contramaestre.
En exclusiva con Prensa Latina, Despaigne señaló el poderío ofensivo, el crecimiento de los lanzadores y el mejoramiento en la defensa como los pilares de la odisea de Granma, un equipo que 'juega con alegría y mucho empeño, sin ningún tipo de presión', aclaró.
Estamos haciendo historia. Es bonito lo que nos está sucediendo, relató emocionado, casi incrédulo, antes de recordar: 'Nosotros nunca antes habíamos llegado a una final y mira que por esta provincia han pasado magníficos peloteros'.
También aprovechó la ocasión para reconocer la calidad de sus enemigos avileños, quienes, aseguró, 'nunca se dan por vencidos, son el equipo más estable de la pelota cubana desde hace rato, no por gusto han ganado tres campeonatos en cinco años y todavía están discutiendo el título de esta temporada'.
Pese a exaltar la calidad del rival, el internacional cubano explicó que 'todas las probabilidades dicen que ganaremos, solo resta esperar lo que diga el destino. Pero esto se acaba en cuatro o cinco juegos'.
Sobre su aventura en Japón, el Despa, como lo llaman algunos, comentó que piensa firmar 'un nuevo contrato en los próximos días'.
Varios equipos de la Liga Profesional de Japón (NPB) se han interesado en mí. El que más fuerte ha apostado es el Fukouka SoftBank Hawks. A mi criterio, el equipo más fuerte de todo el campeonato, subrayó.
De acuerdo a varios reportes de la prensa nipona, el elenco de Fukouka ofrece alrededor de 16 millones de dólares por cuatro años para el toletero, con total anuencia de la Federación Cubana de Béisbol.
La temporada anterior, en 134 partidos con el Chiba Lotte Mariners, también de la NPB, Despaigne bateó para .280, con 24 jonrones y 92 carreras impulsadas, una actuación que llamó la atención de las principales franquicias de Japón.
Para el futuro cercano, Despaigne presagió que puede llegar a despachar 40 cuadrangulares en ese potente torneo, el segundo más fuerte del mundo, solo superado por las Grandes Ligas de Estados Unidos.
Sí podré llegar a 40 jonrones en la NPB. Poco a poco, con mucha paciencia en cada turno al bate llegaré sin duda a esa cifra, hay que trabajar mucho, enfatizó.
Más adelante explicó que 'en Japón el béisbol es muy táctico y eso ayuda mucho a desarrollar la paciencia a la hora de hacer cada swing. Todo está calculado, no se deja nada al azar. Allá enseñan de todo, aquella liga es como una universidad para todos los peloteros'.
Los lanzadores, desde los novatos hasta los veteranos, tiran más de 90 millas, tienen una gran variedad de lanzamientos, con un control fuera de lo normal, y además estudian mucho a los rivales ayudados por la tecnología, que es impresionante, destacó.
Despaigne precisó que los lanzadores japoneses le tiran muchos rompimientos a los jugadores latinos, 'nos huyen la pelota porque saben que salimos todas las veces a golpear fuerte la bola, eso en ocasiones nos convierte en bateadores vulnerables'.
Sobre sus compatriotas, garantizó que 'hay varios cubanos (de la Serie Nacional) que pueden jugar en Japón sin ningún problema, aunque claro, tendrían que pasar por un periodo de adaptación, mejorar la concentración y la paciencia en el plato, sin eso allá están liquidados'.
Aprovechó además la entrevista para criticar al arbitraje de Cuba y dar su opinión sobre la actuación de los jueces en los playoffs del béisbol cubano.
Los árbitros en Cuba tienen la zona demasiado amplia. Deben mejorar eso, apurarse menos. En Japón también se equivocan, pero en contadas ocasiones, mucho menos. En la postemporada (de Cuba) se ha visto de todo, pero no me gusta echar leña al fuego, indicó.
Pero por eso los equipos Cuba a veces pasan trabajo en los eventos internacionales. Llegamos con una noción incorrecta de la zona de strike y entonces los bateadores le hacemos swing a lanzamientos que en esos torneos son 'bola', pero en Cuba los cantan strike, alegó.
Alfredo, con total suspicacia, dijo que todavía no sabe si asistirá o no a la Serie del Caribe, del 1 al 7 de febrero en Culiacán, México, porque 'aquí (los directivos del béisbol cubano) un día te dicen una cosa y después otra'.
A donde sí irá con total certeza será en marzo al IV Clásico Mundial, el torneo élite del deporte de las bolas y los strikes.
En el Clásico tenemos nuestras oportunidades. Todos los rivales son complicados, hasta China, pero Cuba siempre hace un buen papel. La última vez (2013) estuvimos a pocos outs de llegar a semifinales, expresó.
Entonces, como quien no quiere las cosas, entre risas, lanzó un 'periodista, dame un chance, que no solo de entrevistas vive el hombre'. Y se retiró.
Hoy, el equipo Granma de Despaigne tendrá la oportunidad de inscribirse en la historia como el campeón número 18 del béisbol cubano. Lo que un día fue quimera este domingo parece una realidad irreversible, mírese desde el ángulo que se mire.