Después de varios años de tensiones y desencuentros, el astro argentino Diego Armando Maradona y la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) echaron a un lado sus diferencias y se unieron en pos de trabajar por un objetivo común: el bienestar del rey de los deportes.
La postura de Maradona respecto a la FIFA cambió a raíz de la destitución del antiguo presidente Joseph Blatter, cuya gestión calificó en disímiles oportunidades de mafia, y la elección para ese puesto de Gianni Infantino, que condicionó dicho acercamiento.
Como parte del trabajo en base a la universalización de la disciplina, Infantino nombró recientemente al Pelusa como embajador de la entidad, quien asumió gustoso dicha responsabilidad al expresar que «finalmente puedo cumplir uno de los sueños de mi vida, trabajar por una FIFA limpia y transparente».
Igualmente en su cuenta de la red social Facebook, manifestó sentirse a gusto en su nuevo empeño de colaborar «con personas que realmente aman el fútbol», al tiempo que agradeció a todos los que le alentaron a enfrentar este nuevo desafío.
Al respecto, un vocero de la FIFA comentó momentos después de la designación que «nos aseguraremos de que tenga un papel importante en la promoción del fútbol a través de su participación en proyectos de desarrollo relevantes y el programa de Leyendas de la Federación».
Precisamente antes de este nombramiento, Maradona había sido designado con el cargo honorario de capitán de dichas Leyendas de la FIFA, en reconocimiento a su única y excepcional contribución al deporte, aseveró el portavoz.
El fuerte vínculo entre la FIFA y el ex futbolista argentino se robusteció a finales del año pasado cuando dio su respaldo al aprobado proyecto de Infantino de incrementar a 48 el número de equipos participantes en la Copa Mundial de 2026, aún sin sede, y que generó no pocas protestas y desacuerdos.
En dicha ocasión, el Pibe de Oro consideró fantástica la idea, toda vez que le brinda más posibilidades a países de menos opciones, los cuales nunca han obtenido este nivel de competición, por lo que será un torneo con más fútbol, aseveró.
También a principio de este 2017, su vínculo con Infantino estuvo marcado por su participación en la gala de entregas del nuevo premio The Best, que galardona a los mejores jugadores y entrenadores, de uno y otro sexo, ocasión que aprovechó para efectuar un encuentro amistoso entre exjugadores y directivos.
Entre los proyectos del nuevo presidente de la FIFA está precisamente aprovechar la imagen favorable de emblemáticas figuras, como el español Albert Puyol, el brasileño Roberto Carlos y Maradona, en pos de incentivar el desarrollo y la evolución del fútbol en todos los rincones del planeta.
En tal sentido, el astro del fútbol mundial expresó que «para lo que quiera Infantino yo voy a estar. No tengo ningún problema. Voy a ayudar, voy a colaborar», argumento que demuestra su gran compromiso con la nueva empresa.
Valores apreciados también por su exequipo Nápoles, conjunto italiano que le ha extendido una invitación para participar en su junta directiva con motivo al desafío de octavos de final de la Liga de Campeones ante el Real Madrid, en la capital española, igualmente con intención de concederle la condición de embajador del club.