Joel García, enviado especial
Cary, Carolina del Norte.— Luego de las primeras horas de entrenamiento de la selección cubana en esta ciudad, todo se encuentra listo para iniciar este 2 de julio la decimosexta edición de los topes bilaterales de béisbol entre Cuba y Estados Unidos con un duelo de lanzadores zurdos: Yoanni Yera por los visitantes y Konnor Pilkington por los locales.
Será este el partido número 77 en la historia de estas series —favorable 42 por 34 a los nuestros—, el cual tuvo una antesala de lujo este sábado en el Complejo Nacional de Entrenamiento de la organización USA Baseball, donde sus directivos ofrecieron una conferencia de prensa junto Higinio Vélez, presidente de la Federación Cubana de Béisbol y Roger Machado, director de la selección antillana.
La bienvenida oficial estuvo a cargo de Mike Gaski, titular de la entidad organizadora del match en suelo estadounidense, quien adelantó ideas futuras en las que trabajan ambas naciones y recordó que los jugadores de años pasados que están hoy en la Mayor League Baseball (MLB) lo que más recuerdan de su paso por USA Baseball son los enfrentamientos con Cuba.
Acerca del esperado primer pleito, los directores de ambos conjuntos mostraron pocas cartas sobre lo que prepararan para el terreno, pues John Savage, al frente del elenco local, no quiso adelantar la rotación de pitcheo que empleará, aunque coincidió que esa área y la defensa eran las armas fundamentales para ganar por tercera ocasión consecutiva estas series, tras los triunfos 3-2 en 2015 y 2016.
Por su parte Machado explicó que la decisión de Yera obedece no solo a que le tocaba en la rotación tras los 21 partidos celebrados en la Liga Can-am, sino a que le ha lanzado bien con par de éxitos (2014 y 2015) y un fracaso (2016). “Le hemos pedido una buena labor como abridor, de cinco a seis inning”, comentó el director avileño.
El rival del yumurino, el bisoño Pilkington, también opinó sobre su designación tras dos actuaciones impecables en los partidos preparatorios, una como relevista y otra como abridor. “Es un honor y una experiencia que todos deseamos tener. Me concentraré en hacer lo que mis entrenadores indiquen, pues ellos han estudiado bien a cada bateador”, señaló.
Uno de los repitentes del pasado año por los estadounidenses, Seth Beer, argumentó que ha tratado de transmitirle a sus compañeros la forma en que juegan las cubanos, “un poco diferente a la nuestra, pero con una calidad probada en decenas de torneos y en la pelota profesional”.
Como parte de estos intercambios en el deporte nacional de ambos países, Mike Gaski informó que Estados Unidos y Cuba estudian para el 2018 iniciar un tope similar con formaciones menores de18, “lo cual se hará bien planificado y valorando los costos económicos, para que perduren en el tiempo y puedan desarrollarse en sedes alternas”.
Este 2017 se cumplen 30 años del primer tope amistoso de béisbol entre estas selecciones. Desde entonces, solo una interrupción de1996 a 2011 por medidas políticas del gobierno norteño desconectó esta justa, retomada en el 2012 en el estadio Latinoamericano, de La Habana.