La Habana, 14 jun (RHC) El plantel masculino cubano de voleibol viajará finalmente el domingo a Portugal para competir en la final de la Copa Mundial de Retadores, con sede en Oporto, Portugal, del 20 al 25 próximos.

Dado el poco tiempo para conseguir los visados, la delegación de 16 miembros había afrontado algunas dificultades para poder viajar a Europa, pero estas fueron finalmente  solucionadas, según dijo al diario digital Jit el presidente de la Federación Cubana, Ariel Saínz.

El directivo agradeció la colaboración de las embajadas de Portugal y España en La Habana, así como del Ministterio de Relaciones Exteriores (Minrex) y la dirección de Relaciones Internacionales del Inder para obtener el visado en tan poco tiempo.

En Portugal, los cubanos chocarán contra República Checa, Estonia, Kazajistán, Chile y los anfitriones portugueses, en busca de un único boleto en disputa para la Liga de las Nacional de la FIVB 2019.

La joven selección cubana ganó la plaza para asistir a la final de la Copa al triunfar invicta la semana anterior en el Torneo de Retadores del área Norceca, celebrado en la occidental provincia de Pinar del Río, delante de Puerto Rico, Guatemala, Trinidad y Tobago, y Costa Rica.

Encabezan el plantel el opuesto Miguel David Gutiérrez, los atacadores de esquina Miguel Ángel López y Osniel Mergarejo, los centrales Liván Osoria (capitán) y Javier Concepción, y el pasador Adrián Goide.

Completan la nómina los atacadores auxiliares Marlon Yang y Javier Jiménez, el central Roamy Alonso, el opuesto José Carlos Romero, el colocador Liván Taboada y el líbero Yonder García.

Junto al director técnico Nicolás Vives asistirán el entrenador auxiliar Yosvany Muñoz, el médico Antonio Iznaga y Elio Gómez, jefe de la delegación.

Este evento posibilitará a los cubanos luchar por insertarse nuevamente a la competencia del más alto nivel, que antes se denominaba Liga Mundial, así como también fogueo con vistas a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla en julio próximo, en los que aspiran a llegar a lo más alto del podio.