La Habana, 24 dic (JIT).- Cuando el trágico año 2020 llega a su final, marcado por la pandemia de la COVID-19, y en los albores de un masivo proceso de vacunación, los organizadores de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 se enfrentan todavía a las encuestas de la población japonesa.
A pesar del intenso trabajo del comité organizador, y del estricto protocolo de seguridad propuesto, los nipones siguen expresando preocupación y hasta desacuerdos con la magna cita del verano próximo.
La cadena de televisión NHK hizo pública recientemente una encuesta en que el 32% de los consultados opinó que los Juegos deberían cancelarse, mientras el 31% optó por un nuevo aplazamiento.
Según el sondeo, realizado a mediados de diciembre, sólo el 27% de los japoneses está de acuerdo con la cita entre julio y agosto de 2021.
Lo preocupante, destaca hoy la Agencia EFE, es que los datos contrastan con los obtenidos en octubre. Entonces, el 40% apoyaba el evento, el 23% pedía cancelarlos y el 25% se inclinaba por el aplazamiento.
Esta semana, dice EFE, el diario nipón Asahi difundió una encuesta que revela un 33% decidido al aplazamiento; un 32% favorable a la cancelación, y sólo el 30% conforme con las fechas actuales. En todos los casos las cifras se mueven de modo negativo hacia el certamen.
La Agencia Jiji Press sumó al debate otro elemento: el 20% de los nipones consultados cree que los Juegos deben disputarse sin espectadores.
Las grandes preocupaciones de la sociedad japonesa, en relación a la cita, son el impacto que miles de visitantes tendrían en la propagación de la enfermedad; y los gastos de la organización.
Según datos recientes, el presupuesto se ha elevado un 21% respecto al inicialmente previsto y roza los 15 mil 400 millones de dólares.
El COI y Japón trabajan de conjunto en la adaptación de la cita, evaluando escenarios positivos y muy tensos. Pero en todos los casos la voluntad es hacer los Juegos del 23 de julio al 8 de agosto de 2021.