Futbolista cubano Onel Hérnández vive su sueño en Guatemala

Editado por Raúl Rodríguez
2021-03-28 14:32:49

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Onel Hernández

Guatemala, 28 mar (PL) Después de varios años de espera, el futbolista del Norwich City de Inglaterra, Onel Hernández, está hoy con hambre de triunfar por Cuba, la tierra donde nació y a la que le atan raíces.

En 2019, el jugador de 29 años escribió en su cuenta de Twitter 'es uno de mis sueños representar a mi país e inspirar a la nueva generación de futbolistas' y la oportunidad le llegó en Guatemala, donde la selección de la isla busca avanzar en las eliminatorias del grupo C de la Concacaf, rumbo al mundial de Qatar 2022.

Tímido y con gran humildad, Hernández contó en exclusiva para Prensa Latina lo feliz que se siente junto a sus compañeros, 'niños de gran corazón' en esta nueva etapa de su vida, llena de sorpresas y también de mucha angustia.

'Para mí significa mucho, yo estaba listo para este proceso, estoy contento de jugar con el equipo Cuba', fueron sus primeras palabras un tanto apenado y muy nervioso porque 'mi español no es muy perfecto', ese que ahora comienza a hablar nuevamente.

'La bienvenida ha sido muy buena, esos niños tienen buenos corazones, están ayudándome y explicándome las cosas, por eso muchas gracias a ellos y a todo el equipo', expresó.

Nacido en Morón, provincia de Ciego de Ávila, Hernández pensó muchas veces en este momento, confesó a Prensa Latina, pero no sabía cuándo iba a ser real.

'Ahora estoy aquí muy feliz de representar a mi pueblo y doy gracias a toda la gente que lo hizo posible', afirmó.

Desde el domingo 21 de marzo, el atacante se convirtió en el hombre más esperado en Guatemala, a donde no llegó con la mayoría del plantel de la isla porque el trayecto desde el Reino Unido comenzó a complicarse por las medidas adoptadas aquí para la entrada de viajeros procedentes de ese país europeo por la Covid-19.

Entonces comenzó una odisea para el propio colectivo cubano, las embajadas de Cuba en Guatemala, Reino Unido, España y México y para el propio futbolista, quien veía pasar las horas sin poder encontrarse con sus compañeros ni entrenar juntos, lo que más les hacía falta a solo dos días del duelo porque solo se habían visto las caras por videoconferencias.

'Fue un momento en mi vida increíble, narró, yo salía de Inglaterra vía Madrid y de ahí para México y tuve que quedarme allí dos días porque los aviones no podían salir por el volcán (erupción del Pacaya y cierre del aeropuerto).

Yo me decía, yo quiero jugar con la selección, y no sabía qué hacer; toda la gente estaba pendiente de mí, y doy gracias por todos los esfuerzos que hicieron', recordó ya más confiado, pero sin perder de vista a su 'traductor' Carlos Vázquez (Navalcarnero/España), otro de los cuatro legionarios que juegan a título personal en clubes extranjeros y sin dudarlo acudieron a la convocatoria del técnico Pablo Elier Sánchez.

Hasta dicen por ahí que el volcán se confabuló para retrasar su llegada e intentar privar al 11 del primer y decisivo encuentro contra Guatemala, que finalmente se impuso por un gol.

Cuando Hernández apareció en el Mateo Guamuch Flores en la segunda parte del partido, los cubanos pendientes aquí de su arribo, respiraron aliviados.

Apenas lo creían, una hora y 40 minutos antes la nómina no incluía a la estelar figura del Norwich City, aunque aparecía inscrito entre los suplentes por si el 'milagro' sucedía.

En el aeropuerto -rememoró- estaba muy nervioso, yo me decía, ay dios mío, ahora estoy aquí, miraba el reloj, pensaba en mis compañeros, en el futuro del futbol, en el partido; pero cuando entré al campo se me fue todo, quería jugar, ganar y hacer todo por mi pueblo.

'Mi familia en Cuba está muy contenta; mi mamá me llamó y me dijo, niño eso que tú estás haciendo por tu país es muy bueno. Ella se mantuvo en comunicación y ya en el estadio me mandó un mensaje, ´tira el gol niño, tira el gol, qué te pasa´, como ella dice, pero sí, todos están muy contentos', narró luego del entrenamiento previo al duelo contra Curazao.

No podía faltar la pregunta obligada, sabiendo que el liderazgo del grupo recae en buena medida sobre sus hombros, mas no se siente la gran figura y cree que el éxito es de todos.

'Yo hablo por mí, pero también por todos los jugadores porque somos un equipo; yo no juego solo, tuvimos todos buenos momentos en el fútbol cubano y hacemos ahora una historia y para el futuro', dijo, un poco más suelto con el idioma.

'A la gente de Cuba que está pendiente de nosotros y con todas sus energías, muchas gracias. Queremos darle motivación por el futuro del fútbol cubano, todo va a cambiar, dijo.

Y su deseo podría convertirse en realidad este domingo, cuando salgan nuevamente al Mateo Guamuch Flores para enfrentar a Curazao a las 15:00 hora local.

'Tenemos días para entrenar y hacer trabajo táctico', vaticinó, y un Onel Hernández descansado con el grupo en forma, puede dar a Cuba el alegrón que espera toda la delegación.

En agosto de 2019 vivió otro sueño, al jugar en la Premier League con el Norwich City, que lo fichó un año antes, y enfrentar al histórico Liverpool, tras recorrer varios clubes de Alemania, donde llegó a la edad de seis años e inició su carrera en el Arminia Bielefeld.

Su mayor virtud, según conocedores de la disciplina, es que siempre supera las expectativas que se tienen sobre él. En lo técnico, lo definen como un jugador hábil y rápido, versátil en el ataque y con la capacidad de jugar con ambas piernas.

Ahora, su aparición en el posible 11 abridor contra Curazao ya no sería una sorpresa. Podría volver a ser historia, esta vez con la selección mayor de las Antillas.

 



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