La Habana, 2 de agosto (RHC) Glorias del movimiento deportivo cubano se reunieron este martes en el Centro Fidel Castro Ruz, ubicado en el Vedado capitalino. El nutrido grupo de atletas, quienes con sus hazañas deportivas firmaron páginas de gloria para la mayor de las Antillas, recibieron un recorrido por las diferentes salas de la institución y rememoraron anécdotas vividas junto al eterno líder de la Revolución Cubana.

Durante su estancia, los visitantes pudieron apreciar pasajes de la vida de Fidel, documentos y objetos que le pertenecieron, así como reconocimientos que le fueron concedidos por otras naciones. Posteriormente, en diálogo ameno y coloquial, cada uno de los presentes fue narrando momentos personales junto al Comandante.

El carismático lanzador de los equipos de béisbol de la capital, Lázaro de la Torre, ofreció declaraciones para Radio Habana Cuba sobre lo experimentado durante la visita: "Estoy emocionado todavía con esto; soy un Fidelista recalcitrante, eso para nadie es un secreto. Voy a traer a los alumnos míos para que vean estas cosas".

Luego, nos narró apasionadamente, como si se tratase de un hijo hablando de su padre: "Antes de salir para los Panamericanos del '83 en Venezuela, se reunió con nosotros, y cuando aquello él todavía se fumaba sus tabaquitos. Yo no bebo ni fumo, lo mío siempre ha sido comer y entrenar. Él me veía de aquí para allá y me dijo que si quería comérmelo todo, a lo que respondí que no bebía ni fumaba; me dijo que iba a tener que seguir mi ejemplo y, como no tomaba tampoco, me mandó a traer una tina de helado de mamey colorado; luego alguien quería helado y le dijo que no, que esa la trajo él especialmente para mí".

Los deportistas fueron transitando por los diferentes espacios del recinto, que cuenta dentro de sus paredes con una carga valiosa para la historia de la isla caribeña y universal, acompañada de un diseño y una tecnología impresionantes.

El recorrido finalizó en la sala "Fidel es Fidel", donde se pudo observar a más de uno de los presentes visiblemente emocionado ante el contenido espiritual del momento, pues ellos llevan en su recuerdo lo vivido junto al Atleta Mayor, ese Comandante que pertenece a todos, pero que a su vez atesoran para sí, junto a vivencias personales, que los acercan aún más al ser humano, a su Fidel.