Gustavo Cañabate
Santiago de Chile, 22 oct (RHC).- Aplausos por siempre para Luis Gustavo Cañabate. El joven clavadista cubanos en menos de un año volvió a la alta competencia, tras recuperarse en tiempo récord de un accidente que casi le cuesta la vida.
Los que conocen la dura historia andan sorprendidos. Aquel fatídico salto al vacío en pleno Complejo de Piscinas estuvo a punto de enlutar a familiares, amigos, a la gran familia del deporte.
La tristeza golpeaba el alma, se trataba de un chico de apenas 19 años comenzando a soñar, debatiéndose entre la vida y la muerte.
Un enamorado de su deporte, al punto que en sueños repasaba las ejecuciones desde el tanque de clavados.
Durante varios días sus seres queridos estuvieron en vilo, pero Cañabate es un guerrero y los médicos, como de costumbre, hicieron "magia".
Primero le ganaron la batalla a la muerte, luego se supo que las secuelas no serían letales, aunque hubo dudas de su regreso al deporte.
Pero el camagueyano nunca dudó. Está hecho de acero, con un corazón inmenso, casi comparable a sus (1.60m).
Y ante el asombró de todos volvió. Un notable médico, el exnadador Lenin Hernández Teuma, a pesar de ser un gran optimista, siempre nos dijo "el regreso lleva tiempo".
Pero Cañabate también se burló del tiempo. Apenas hace cuatro semanas empezó a entrenar con la mira en Santiago 2023. El jefe de entrenadores Hugo Pérez de Corcho y la familia del clavados se asombraban día tras día de sus progresos.
Y llegó el día, en el tanque de saltos se le veía sin presión, ante la mirada incrédula de muchos. Y en la ronda clasificatoria fue cuarto, con una puntuación superior a 350 unidades, la cual volvió a mejorar luego en la final, en la que fue sexto, con dos saltos finales de lujo.
Hombrada. Hazaña.
Admiración, respeto. Pedimos una ovación que retumbe en todo el continente para este luchador por la vida, un nuevo orgullo del deporte CUBANO.
Por Raúl Rodriguez