Pinar del Río, Cuba, 10 abr (RHC) Pinar del Río, prácticamente sin margen de error, tendrá que poner toda la carne sobre el asador hoy contra Ciego de Ávila en el tercer partido de la gran final del Campeonato cubano de béisbol.
Los vegueros pinareños, 10 veces titulares nacionales, cayeron en los dos primeros duelos de la finalísima, por 4-9 y 1-2, y quedaron obligados a ganar cuatro de los próximos cinco desafíos de la serie, pactada al mejor de siete.
Este domingo, apoyados por su fanaticada en el estadio Capitán San Luis de esta ciudad, Pinar dependerá de su principal lanzador, el derecho de 35 años Yosvani Torres, un hombre forjado para estos momentos, dos veces campeón de Cuba.
Las aspiraciones de victoria de los vegueros pasan por Torres, mucho más si recordamos que tres de sus mejores bateadores presentan molestias (William Saavedra –habitual cuarto bate-, Donal Duarte -segundo-, Lázaro Ramírez -primero-), hecho que, sin duda, limitará la capacidad ofensiva del lineup.
Hasta el momento, los pinareños se han visto por debajo de sus capacidades en todos los órdenes de juego en la gran final, e incluso las cinco carreras que marcaron contra Ciego en los dos primeros partidos fueron sucias, por errores rivales.
Una victoria de Pinar del Río en el encuentro de hoy le devolvería el oxígeno e incluso infundaría ciertas dudas en la escuadra avileña, que marcha invicta en sus seis presentaciones en la postemporada (dos triunfos sobre los vegueros y cuatro contra Industriales, en la etapa semifinal).
Los tigres avileños, dirigidos por Roger Machado, intentarán dar el tiro de gracia. Un triunfo sobre Torres los dejaría a las puertas de su tercer título nacional en los últimos cinco años y, además, sería una inyección de moral tan grande que la final pudiera terminar al día siguiente, con un nuevo éxito en el cuarto choque.
Machado anunció para abrir el cotejo al derecho de 26 años Dachel Duquesne, un lanzador de gran proyección que archiva dos victorias sin derrotas en postemporadas, una de ellas en la presente, en semifinales contra Industriales.
De acuerdo con la historia reciente, la novena avileña tiene el 88,9 por ciento de probabilidades de llevarse el título, pues en las nueve finales precedentes que un equipo salió delante 2-0 en la serie terminó coronándose en ocho.
Más allá de las estadísticas, lo visto sobre el diamante en los dos primeros choques de la final sugiere que los tigres revalidarán la corona, conseguida en 2015.
Ciego de Ávila es un equipo compacto a la ofensiva, con un sólido staff de abridores, eficientes relevistas intermedios y un cerrador de miedo en Yenier Cano (normalmente llega a las 95 millas por hora), amén de contar con una directiva mucho más curtida en momentos cumbre que la pinareña.
La armonía entre veteranos y prospectos convierte a este elenco en una maquinaria de fabricar béisbol, capaz de reirse de Industriales en la semifinal y de tener contra las cuerdas a Pinar en el enfrentamiento por el trono nacional (vale acotar que industrialistas y pinareños son los conjuntos más laureados de la historia del béisbol cubano).
El partido de hoy está previsto para las 17:00 hora local, en el estadio Capitán San Luis, un recinto con capacidad para casi 10 mil fanáticos.
Esta final es una revancha de la celebrada en la temporada 2010-2011, cuando los pinareños conquistaron el cetro tras vencer 4-2 a los avileños.
¿Habrá revancha? ¿Resurgirá Pinar? ¿Brillará el béisbol? El tiempo dictará sentencia.
(Tomada de Prensa Latina)