Barcelona, 23 may (EFE).- El Barcelona ha cerrado la temporada como la arrancó, ganando un título (la Copa del Rey) que le sirve para presentarse a la recogida de notas con cuatro trofeos (además de la Liga, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes), pero sobre todo con el doblete que tanto anhelaba (Liga y Copa).
La excelencia barcelonista consigue dar continuidad a la temporada anterior, en la que el equipo con el que se estrenaba Luis Enrique Martínez obtuvo un triplete (Liga, Copa y Liga de Campeones), igualando en el número de éxitos el arranque que en su día firmó Josep Guardiola en 2009.
Esta vez el Barcelona se había marcado un hito aún no logrado por ningún equipo, como era repetir en la Liga de Campeones, pero fue apeado en cuartos de final por el Atlético de Madrid, aspirante al título junto al Real Madrid en la final del sábado en Milán.
A pesar de no haber logrado lo que aún ningún equipo ha hecho en la Liga de Campeones, el Barcelona recoge un botín de elevado valor y cuantía, especialmente porque en él se encuentra uno de los más valiosos, como es la Liga, el torneo de la regularidad.
Después de finalizar el curso 2015 como uno de los mejores de la historia, y aún en medio de la sanción que le impuso la FIFA (los dos contratados -Arda Turan y Aleix Vidal- no pudieron debutar hasta el enero del 2016), el Barcelona debió acudir con lo puesto a dos torneos oficiales, como fueron la Supercopa de Europa y de España.
En el primero, salvó en la prórroga el título contra el Sevilla (5-4), pero la falta de rodaje y el cansancio fueron suficiente motivo para ver un Bar a poco competitivo frente al Athletic Club en el segundo.
En la Liga, un 1-2 en la tercera jornada en el campo del Atlético de Madrid ya le situó en el liderato, que perdió a los pocos partidos tras un resultado abultado en el campo del Celta (4-1) y cuya preocupante situación corroboró en Sevilla con otro tropiezo frente al equipo de Unai Emery (2-1), en la primera victoria del técnico vasco con el Barcelona, después de veinte intentos fallidos con cuatro equipos.
Aquel tropiezo en el Sánchez Pizjuán llegó en el primer partido que Messi cumplía enteramente por lesión, que se había ocasionado una semana atrás en el Camp Nou contra Las Palmas (2-1).
El Bar a repescó nuevamente el liderato en la undécima jornada, en la visita del Villarreal (3-0), y lo afianzó en la siguiente jornada en el campo del Real Madrid, donde los barcelonistas cuajaron uno de sus grandes partidos de la temporada, con un 0-4, justo el día en que en la segunda parte aparecía el ya recuperado Lionel Messi.
El Barcelona iniciaba un largo viaje de 39 partidos sin perder en todas las competiciones. Así, mientras en la Liga de Campeones acababa primero de grupo, en el que también estaban el Roma, el Bayer 04 Leverkusen y el bielorruso BATE Borisov, antes de finalizar el 2015, entró en la Copa del Rey para eliminar en los dieciseisavos de final al Villanovense (0-0 y 6-1).
Supo la guinda a un 2015 exitoso para los azulgrana a finales de diciembre en Japón, donde se llevó por tercera vez el Mundial de Clubes, al superar en las semifinales al Guangzhou Evergrande chino por 3-0 y al argentino River Plater por el mismo resultado en la final.
Empezaba 2016 y el Bar a iba a vivir tres derbis en quince días: en el primero, penalizó con un empate sin goles en Cornell..., mientras que los octavos de final de la Liga liquidó la ronda en la ida (4-1) y la remató en la vuelta (0-2). Sus dos siguiente rivales en la Copa fueron el Athletic, al que derrotó en los dos partidos (1-2 y 3-1), y se deshizo del Valencia en semifinales (7-0 y 0-0) para acceder a la final contra el Sevilla.
Su pase firme en todas las competiciones le llevó a estar invicto durante 39 partidos hasta el clásico en el Camp Nou, donde con el 1-0 el Bar a estaba dejando momentáneamente al Madrid a 12 puntos en la Liga, pero el partido acabó 1-2.
Aquella derrota en el primer partido de abril, contra el Madrid, rompía la racha de 39 partidos invicto e iba a marcar un abril en el que el equipo de Luis Enrique, quien presumía de que su equipo estaba físicamente mucho mejor que la temporada pasada, caería eliminado de la Liga de Campeones contra el Atlético de Madrid y una serie de tropiezos en la Liga de dejaron con la mínima ventaja respecto a sus perseguidores: con el Atlético, igualado a puntos -pero aún líder por la diferencia de goles-, y con el Real Madrid, un solo punto.
Fue a partir del último tropiezo del curso, en el Camp Nou contra el Valencia (1-2), que el Barcelona se levantó definitivamente para trazar un final de campeonato exitoso, con el máximo de quince puntos en los últimos cinco partidos, con goleadas como contra el Deportivo (0-8) y Sporting (6-0) y con un protagonista por encima de todos, el uruguayo Luis Suárez, autor de 14 tantos de los 24 que marcó su equipo, sin encajar ni uno.
En el último partido de Liga, con todo a su favor, el Barcelona no falló en Granada (0-3), con un triplete de Suárez, y revalidó el título de Liga, su número 24 en el palmarés. Además, el ariete uruguayo, con 40 goles, se hizo con el pichichi y con la Bota de Oro, como máximo realizador en Europa.
En el último episodio de este curso, la final de la Copa del Rey el domingo en el Vicente de Calderón, el Barcelona sacó lo mejor de sí y su condición de equipo que también sabe defenderse. Así sucedió contra un Sevilla que jugó 55 minutos en superioridad por la expulsión de Javier Mascherano, y sin Luis Suárez en el campo, lesionado al poco de arrancar el segundo tiempo.
Un gol de Jordi Alba en la prórroga y un postrero tanto de Neymar ya en el añadido (2-0) dieron el título al Bar a y el doblete tan deseado para una temporada que ha acabado con un gran éxito azulgrana, y más cuando sintió que tuvo que ganar la Liga cuando parecía que la tenía bien amarrad, después de una comodísima ventaja, y en el Copa, por haberse sentido acorralado por un Sevilla que lo tuvo todo para llevársela, pero que finalmente cayó de parte del equipo con más puntería y que más se lo creyó.
Luis Enrique pone colofón con este doblete a un segundo año también magnífico, aunque en el primero logró el triplete. Así, en dos años, el asturiano suma ya siete títulos con el Barcelona, igualando los dos primeros años de Josep Guardiola.
En ataque, el segundo episodio del tridente, formado por Messi, Suárez y Neymar, ha vuelto a las andadas, y ha cerrado el campeonato mejor que el curso anterior, al haber logrado 131 goles, por 122 el pasado. En total, 253 goles en dos temporadas. EFE