La Habana, 26 jun (PL) El exbaloncestista estadounidense Shaquille O''Neal destacó hoy aquí la importancia del deporte para estrechar las relaciones entre los pueblos de Cuba y Estados Unidos.
Creemos que no solo el baloncesto, sino el béisbol, sotfbol y otros deportes también pueden contribuir a estrechar los lazos entre ambos países, destacó O'Neal antes de iniciar una clínica con jóvenes cubanos en una cancha habanera.
Shaquille O'Neal,quien jugó durante 19 temporadas en distintos equipos de la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA), llegó este sábado a Cuba como enviado del Departamento de Estado norteamericano, en el marco de la normalización de relaciones entre ambos países.
El mítico jugador, que ganó cuatro campeonatos de la NBA con los Lakers y los Miami Heat, estará en la isla hasta el venidero 28, e impartirá varias clínicas de baloncesto a niños cubanos.
La intención es de demostrar cómo el deporte puede servir como un medio para desarrollar habilidades, liderazgo y trabajo en equipo, destacó un comunicado previo a la visita.
De acuerdo con un programa preparado en La Habana, Shaq departirá con autoridades, glorias y practicantes de esa disciplina.
O'Neal, monarca mundial de Toronto-1994 y olímpico de Atlanta-1996 es considerado uno de los más sólidos jugadores de todos los tiempos el baloncesto profesional, donde acaparó un amplio número de distinciones.
La exestrella de la NBA, también departirá con autoridades deportivas, especialistas, glorias y practicantes de esa disciplina durante su visita.
Además O'Neal visitará los lugares culturales y emblemáticos para alentar los vínculos positivos entre los pueblos estadounidense y cubano.
El también comentarista de la cadena TNT y se une a un coro de personalidad del deporte, la política y el espectáculo estadounidense que llegan a Cuba tras la reanudación de relaciones diplomáticas entre ambas naciones.
En abril del año pasado una delegación de la NBA, integrada por antiguas estrellas internacionales como Dikembe Mutombo, Steve Nash, y Ticha Penicheiro, se convirtió en la primera de la liga profesional estadounidense en visitar Cuba tras el deshielo diplomático.