La Habana, 2 oct (RHC) La avenida Malecón, uno de los símbolos distintivos de La Habana, restableció este domingo la circulación del tráfico, tras ser afectado duramente durante el paso del huracán Irma.
Los trabajos realizados para rehabilitar ese vial permitieron el tráfico de vehículos, al concluir una compleja reparación de 14 socavaciones profundas -la mayor de unos 60 metros- y los drenajes pluviales, explicaron especialistas en un reporte del Noticiero Nacional de TV.
El paseo marítimo, que es punto de encuentro y distracción de muchos cubanos además de ser un gran atractivo para los turistas extranjeros que llegan a La Habana, exhibirá desde este fin de semana asfalto nuevo en muchos de sus tramos, así como la reposición de las señalizaciones del tráfico y el alumbrado público.
Más de 1.000 metros cúbicos de hormigón se han utilizado como parte de la inversión en las obras de reparación de los daños de esta emblemática avenida.
La recuperación del Malecón, luego de las afectaciones del huracán, se calculó inicialmente en más de dos meses pero ese calendario se redujo a 20 días, precisaron los responsables de las obras, aunque dijeron que todavía falta el rescate de inmuebles cercanos al litoral norte de la capital cubana.
Cientos de vecinos del Malecón y sus zonas aledañas fueron evacuados antes del evento meteorológico en previsión de las inundaciones que finalmente provocaron en la zona las bandas de vientos de más de 200 kilómetros por hora que acompañaron al huracán más fuerte que azotó el Caribe desde 1932.
Tampoco se han terminado de reparar centros e instalaciones estatales que resultaron seriamente dañadas por el mar que penetró hasta 300 metros adentro en esa zona.
El paso del huracán Irma por Cuba, entre los días 8 y 10 de septiembre pasados, dejó diez muertos y considerables estragos a infraestructuras estatales, más de 158.550 viviendas destruidas parcial y totalmente, entre otros.
El Malecón habanero, al que identifican como el balcón o la barra de mayor longitud de Cuba, con un ancho muro de cemento fundido y una avenida de seis carriles muy frecuentada a toda hora del día, recibió la furia de las olas de hasta 7 metros de altura a lo largo de sus ocho kilómetros.
El comienzo de su construcción se remonta a 1901, en los inicios del siglo XX, durante cuatro etapas hasta el tramo final edificado entre 1948 y 1952.