En una entrevista concedida a la cadena rusa RT, la portavoz de la Cancillería de Rusia, María Zajárova afirmó que las autoridades rusas están evaluando la probabilidad de ser excluidas del sistema de pago occidental. “Rusia está tratando de minimizar los riesgos potenciales si deja el SWIFT”, añadió.
La medida rusa se produjo después de que el Parlamento Europeo (PE) aprobara una reciente resolución en la que pide la expulsión de Rusia de la estadounidense Sociedad de Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales (SWIFT, por sus siglas en inglés), además de congelar todos los activos de los políticos rusos y sus familias en la Unión Europea (UE), y cancelarles sus visados.
Frente a ello, la alta funcionaria rusa anunció que Moscú se plantea considerar el sistema de transferencia de comunicaciones financieras del Banco de Rusia como una alternativa al SWIFT.
De igual modo, informó de que el Kremlin busca unirse a otros sistemas extranjeros como la Zona Única de Pagos en Euro (SEPA, por sus siglas en inglés), el Sistema de Mensajería Financiera Electrónica (SEPAM, en persa) de Irán y el Sistema Internacional de Pagos de China (CIPS, por sus siglas en inglés).