deuda de los pequeños estados
Washington, 11 jun (RHC) Dos quintas partes de las 35 economías pertenecientes al conjunto de los pequeños Estados corren un elevado riesgo de sobreendeudamiento o ya lo padecen, reconoció hoy el Banco Mundial.
El fenómeno afecta a un número mucho mayor de países pobres, pero la situación más alarmante recae sobre los pequeños, cuyas poblaciones están conformadas por 1,5 millones de habitantes o menos.
A juicio de la institución de Bretton Woods, esos pequeños Estados “experimentan dificultades fiscales crónicas” y sus índices de endeudamiento llegan al doble de los registrados en otras economías en desarrollo.
Mientras tanto, resulta probable que las tasas de interés mundiales permanezcan en niveles elevados en comparación con las últimas décadas, con un promedio de alrededor del cuatro por ciento durante el período de 2025-2026, aproximadamente el doble del promedio de 2000-2019, señala el informe publicado este martes por el organismo internacional.
Según el pronóstico, la inflación a escala global podría moderarse hasta un 3,5 por ciento en 2024 y 2,9 por ciento en 2025, pero el ritmo de descenso es más lento de lo previsto hace tan solo seis meses.
En consecuencia, resulta previsible que muchos bancos centrales adopten una actitud prudente frente a las posibles reducciones de la tasa de política monetaria, sopesa el documento.
Aunque los precios de los alimentos y la energía dan señales de moderación en todo el orbe, “la inflación básica continúa siendo relativamente alta y podría mantenerse así”, dijo el director del Grupo de Perspectivas del Banco Mundial, Ayhan Kose.
Esta situación podría impulsar a los bancos centrales de las principales economías avanzadas a retrasar las reducciones de las tasas de interés.
En un entorno de tasas más altas durante más tiempo, las condiciones financieras mundiales serían más estrictas y el crecimiento, mucho más débil en las economías en desarrollo, opinó Kose.
Por el momento, queda claro que el crecimiento de la inversión pública en las economías en desarrollo bajó a la mitad después de la crisis financiera mundial, con una disminución a un promedio anual del cinco por ciento durante la última década, reflejan los datos del estudio.
Sin embargo, dichas inversiones podrían convertirse en un poderoso instrumento de política.
Para las economías en desarrollo, con un amplio margen fiscal y prácticas de gasto público eficientes, aumentar la inversión pública a un monto equivalente al uno por ciento del Producto Interno Bruto, podría incrementar el nivel de producción hasta en 1,6 por ciento a mediano plazo, argumentó el Banco Mundial. (Fuente: Prensa Latina9