La Habana, 16 de jul (RHC). Miles de personas acudieron al entierro de Alton Sterling, el vendedor de cedés cuya muerte a manos de dos policías blancos en Baton Rouge (Luisiana) desató multitudinarias protestas en EEUU.
A Sterling, que era afroamericano y tenía 37 años, le dispararon cuando lo tenían inmovilizado en el suelo y su muerte fue registrada en vídeos posteriormente divulgados por las redes sociales y medios de comunicación.
Esa muerte, junto a la del afroamericano Philando Castile en Minesota también a manos de la Policía, revivió las tensiones raciales en el país y provocó una ola de protestas lideradas por el movimiento "black live matters" (las vidas de los negros importan).
En una de ellas, en Dallas (Texas), un francotirador asesinó a cinco policías blancos.
Al entierro de hoy acudieron los reverendos Jesse Jackson y Al Sharpton, que se dirigieron a los congregados en la ceremonia.
"No estamos en contra de la Policía, estamos en contra de lo que está mal", dijo Sharpton, quien afirmó que la muerte de negros "debe terminar".
El funeral de Sterling se celebró el día después del de Castile, que congregó a 3.000 personas en Minneapolis (Minesota).