Managua, 20 jul (RHC) El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, llamó a las potencias a poner fin a las guerras y a la desestabilización de los gobiernos progresistas y destinar los recursos que emplean para ello en programas sociales.

 En el acto central por el aniversario 37 de la Revolución Popular Sandinista, Ortega señaló que es posible erradicar problemas globales como la pobreza, el auge del terrorismo y el calentamiento global si se dejará de fomentar el belicismo.

 Según el primer mandatario, actualmente existen las condiciones y los medios para erradicar esos flagelos, pero en cambio los poderosos destinan riquezas para impulsar conflictos bélicos y la explotación.

 Si esas riquezas se reorientaran para beneficiar a los más desfavorecidos veríamos el fin de la miseria, el analfabetismo y las crisis migratorias, al tiempo que se lograría la paz mundial, argumentó.

 En opinión de Ortega, el afán por fomentar guerras y desestabilización de gobiernos derrumbó los muros que contenían al terrorismo y organizaciones como el Estado Islámico comenzaron a sembrar el miedo y terror en el mundo.

 Asimismo, lamentó los ataques y las muertes recientes de inocentes, pero subrayó que esas también son víctimas del terrorismo de estado patrocinados por las potencias capitalistas.

 Frente a ello Ortega insistió en un cambio de rumbo o de lo contrario el planeta se dirige a la ruina.

 Por desgracia los países pobres no tenemos el poder suficiente para revertir los daños ocasionados por los poderosos, pero sí tenemos fuerza de la palabra y denuncia ante los crímenes y las injusticias, apostilló.

 En otro momento de su intervención, el presidente nicaragüense enfatizó que las herramientas para enfrentar los desafíos actuales son las ideas, el pensamiento y los valores.

 En este escenario, refirió, le corresponde a la hermana Venezuela la parte más dura, pues el enemigo sabe que destruyéndola afecta la moral de los pueblos.

 La batalla de Venezuela se decide en América Latina y la decide el pueblo venezolano, expresó, tras lo cual manifestó su convicción en la capacidad de resistencia y victoria de la nación suramericana.

 La capitalina plaza de La Fe, sede del acto central por la efemérides, acogió a cientos de miles de nicaragüense con un claro mensaje de apoyo a las políticas sociales, económicas y culturales que impulsa el Gobierno Sandinista.

 En la velada los jóvenes se hicieron sentir con su característica alegría y espontaneidad, consientes y protagonistas de los cambios que vive Nicaragua, cuyos avances en diversos órdenes son aplaudidos y reconocidos por diversos naciones y organismos internacionales.

 Un grupo de importantes personalidades de América Latina y el Caribe participaron en el evento como el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, el jefe de Estado de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, y el primer vicepresidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel.

 Igualmente asistieron representaciones de Colombia, Chile, México, Honduras, Guatemala, Costa Rica, República Dominicana y Vietnam, entre otras.