Damasco, 24 ago (RHC) La Cancillería siria condenó la entrada de tropas turcas por la frontera norte de la provincia de Alepo y hacia la ciudad de Jarablos, respaldada por la Coalición Internacional liderada por Estados Unidos.
Tanques y blindados apoyados por la aviación atacaron posiciones del grupo terrorista Estado Islámico cerca de la localidad, las cuales ocupan desde el año 2013.
En la declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores sirio se subraya que cualquier acción contra los terroristas debe coordinarse entre todas las partes y solicitó a la ONU cumplir las resoluciones al respecto y parar la violación de su territorio.
La comunicación precisó, además, que lo sucedido en Jarablos no es una lucha contra el terrorismo, sino que se está reemplazando un tipo de extremismo con otro.
Por su parte, el canciller turco, Mevlut Cavusoglu, exigió a las milicias kurdas en Siria que se alejen de la zona fronteriza con este país, o serán obligadas a hacerlo por la fuerza como resultado de la actual ofensiva terrestre.
Cavusoglu advirtió que las Unidades kurdas de Protección Popula,r (YPG), deben replegarse al este del río Éufrates pues de lo contrario, el ejército turco "hará lo necesario" para que retrocedan, uno de los principales objetivos de sus operaciones en territorio sirio iniciadas esta madrugada.
Las YPG, brazo armado del Partido de la Unión Democrática (PYD), emitieron un comunicado en el que califican las acciones turcas en territorio sirio de una evidente agresión, mientras que Damasco las considera una "violación flagrante de su soberanía" .
Estados Unidos, que hasta el momento brindó apoyo a las YPG, consideradas como fuerzas aliadas clave en la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI), respaldó oficialmente la posición turca y demandó la retirada de los kurdos de esa región.
El vicepresidente norteamericano, Joseph Biden, de visita en Ankara, pidió a las milicias kurdas en Siria que se replieguen al este del río Éufrates o de otra forma perderán el apoyo de Washington.
El ministro de Relaciones Exteriores turco añadió en sus declaraciones que la intervención militar debe acelerar el retroceso de los milicianos de la región al norte de Alepo y expresó que "no necesitamos luchar contra los mosquitos sino destruir el pantano y acabar así con las amenazas contra Turquía".