Quito, 5 sep (RHC) El Instituto de Altos Estudios Nacionales se unió a las diversas instituciones del gobierno y académicas de Ecuador que condenan la reciente destitución de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
A través de un comunicado de prensa, el centro manifestó preocupación y lamentó profundamente el hecho.
La democracia es un sistema que se fundamenta y se consolida a partir del respeto a la voluntad soberana del pueblo, cuyo origen está en la elección libre y mayoritaria de sus gobernantes, quienes cumplen su mandato por el período para el que fueron elegidos, explica el texto. Asimismo, alerta que sólo el pueblo, elector, está en plena capacidad y legitimidad democrática para revocar el mandato a sus mandatarios, cuando estime la existencia de razones de peso para tomar esa decisión.
"Es evidente que el voto de 61 senadores ha violentado la voluntad de 54 millones de brasileños que, en su momento, con su voto confiaron la presidencia de su país a Dilma Rousseff".
La institución también reflexiona sobre la respuesta internacional de repudio al proceso en el cual no se pudo demostrar actos de corrupción o violación a los derechos humanos del pueblo brasileño.
A su juicio, el impeachment fue alentado por grupos políticos y económicos contrarios a las políticas impulsadas y desarrolladas por el gubernamental Partido de los Trabajadores del Brasil.
El Instituto de Altos Estudios Nacionales expresó solidaridad a Russeff por la agresión en su contra y alentó al país y a su historia a reconocer, en su debido momento, el justo espacio que la mandataria merece por su defensa a la democracia y a las libertades en Brasil y en la región.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, el canciller, Guillaume Long, la Asamblea Nacional y otras instituciones del gobierno repudiaron el proceso realizado el pasado 31 de agosto que terminó con la destitución de la Jefa de Estado, electa por más de 54 millones de votos populares en 2014.
Alrededor de dos mil integrantes de movimientos sindicales y sociales ligados al campo tomaron la sede del Ministerio de Hacienda como parte de la Jornada de Luchas Unitarias y para exigir la salida del presidente Michel Temer.
La ocupación, anticiparon los organizadores, se extenderá hasta el próximo día 7, cuando los manifestantes se sumarán en la capital a otras acciones a propósito del Día de los Excluidos.
Los movimientos de los Trabajadores Rurales sin Tierra (MST), de los Pequeños Agricultores (MPA), de Mujeres Campesinas (MMC), Campesino Popular (MCP), y de la Confederación Nacional de los Trabajadores de la Agricultura, son algunos de los participantes en la toma.
Las actividades de la Jornada de Luchas Unitarias de los pueblos y trabajadores del campo, las aguas y los bosques se concentrarán en el inmueble ocupado pacíficamente y durante las mismas se discutirán, entre otros aspectos, el asentamiento inmediato de más de 120 mil familias acampadas en todo el país.
También, la oposición de estos movimientos a la pretensión del gobierno de Temer de liberar la venta de tierras a extranjeros, lo cual amenaza la soberanía nacional, y a una proyectada reforma de la seguridad social, que supondría la pérdida de muchos derechos para la clase trabajadora.
Denunciar la criminalización de los movimientos sociales; defender la reforma agraria y la demarcación de tierras indígenas y quilombolas, y exigir la restitución del Ministerio de Desarrollo Agrario, abolido por el nuevo gobierno, son otros de los reclamos de los manifestantes, que exigen además elecciones directas y la renuncia de Temer.