La Paz, 16 oct (RHC) Más de dos millones 200 mil estudiantes bolivianos serán beneficiados este año con el Bono Juancito Pinto, creado por el gobierno para incrementar la matrícula escolar y reducir la deserción escolar.
El viceministro de Educación Regular, Juan José Quiroz, explicó que esa iniciativa dispone la entrega de doscientos bolivianos, cerca de 30 dólares, a alumnos del nivel primario y secundario de 15 mil escuelas.
Quiroz precisó que desde la implementación de ese programa en dos mil seis, la deserción escolar en los niveles de primaria y secundaria básica en el país se redujo, aproximadamente, en un cinco por ciento.
También el gobierno boliviano prioriza la entrega de insumos para paliar los efectos de la sequía que azota a varias zonas del central departamento de Cochabamba.
Con ese fin el viceministro de Defensa Civil, Oscar Cabrera, entregó tuberías para conductoras y tanques destinados al acopio de agua a alcaldes de los 16 municipios cochabambinos más afectados por la ausencia de precipitaciones en lo que va del año.
Precisó que tras una inversión de 960 mil bolivianos -unos 138 mil dólares-, el lote consta de más de 60 mil metros de tuberías y 15 tanques de agua con capacidad para cinco mil y 10 mil litros.
Las alcaldías deben seguir apoyando aquellas comunidades donde existe un problema con la escasez de agua, advirtió el funcionario.
El alcalde de Tacopaya, Felipe Sánchez, agradeció la entrega de los bienes y dijo que serán muy útiles para proveer agua a familias campesinas, el ganado y los sistemas de riego tecnificado.
A pesar del inicio del periodo de lluvias, Bolivia padece todavía los efectos de una prolongada sequía que provocó daños importantes a la producción agropecuaria.
Datos de la Defensa Civil aseguran que la ausencia de precipitaciones afectó a más de 174 mil familias en 145 municipios, más de un tercio de las demarcaciones de este país altiplánico.
Para mitigar tales secuelas, el Gobierno del presidente Evo Morales promulgó en agosto 12 decretos y destinó un presupuesto de alrededor de siete millones de dólares para la asistencia a través de los ministerios de Defensa, Medio Ambiente, Desarrollo Rural y Tierras, Desarrollo Productivo y Planificación.
Algunas de las iniciativas para enfrentar el complejo fenómeno climático son la perforación de pozos, la entrega de tanques y turbinas, así como la movilización de camiones cisternas para la entrega del vital líquido.
También más de ocho mil embarazadas y niños menores de dos años del departamento boliviano de Oruro se beneficiaron con el bono Juana Azurduy, precisan autoridades locales.
Esta iniciativa del gobierno del presidente Evo Morales, iniciada en 2009, busca disminuir la mortalidad materno infantil y la desnutrición crónica de los infantes.
De acuerdo con Zulma Rodríguez, coordinadora del Bono Juana Azurduy en el occidental departamento, en lo que va de año tres mil 752 gestantes acudieron a las consultas de seguimiento, como exige el decreto para poder ser beneficiaras del bono.
En cuanto a niños menores de dos años, hemos atendido a cuatro mil 251, detalló Rodríguez.
El bono Juana Azurduy se entrega a las mujeres desde la etapa de gestación hasta que el niño cumple dos años, por un monto total de mil 850 bolivianos, unos 266 dólares.
Para ello, las gestantes deben asistir a los controles prenatales en el centro de salud, tener un parto institucional y control postparto, cumplir con las recomendaciones médicas y asistir a las sesiones y actividades educativas organizadas por la policlínica o centro de atención.
En el caso de los menores de dos años, para recibir los beneficios, deben ser llevados por sus padres a los controles integrales de salud, estar vacunados en los periodos establecidos y cumplir con los protocolos de nutrición.
Como complemento del Juana Azurduy, el gobierno boliviano comenzó a entregar a embarazadas a partir del 1 de octubre de 2015 el Subsidio Universal Prenatal Por la Vida, un paquete que contiene 15 alimentos con un alto valor nutricional, valorado en unos 43 dólares.
Cada módulo está compuesto por una bolsa de quinua, leche en polvo, néctar de fruta, yogurt frutado, alimento chocolatado, nuez, arroz, harina, piña en conserva, cereales, suplemento con almendra, miel, aceite, avena y cereales con sabor a frutas.
El programa llega hasta las comunidades más alejadas del país, tomando en cuenta que médicos comunitarios hacen sus visitas y llevan consigo tanto el módulo de alimentos como el bono Juana Azurduy.
El subsidio universal es para aquellas mujeres sin un salario fijo, a fin de que se beneficien con esta política de distribución de recursos de manera equitativa.
Datos oficiales muestran que en Oruro estos programas permitieron que en los últimos ocho años, la tasa de desnutrición disminuyera de 38 a 17 por ciento en menores de dos años.