Buenos Aires, 19 oct (RHC) El escritor argentino Marcelo Vernet, tataranieto del primer comandante político de Islas Malvinas, calificó de provocación y acto de soberbia, los ejercicios militares que realizará esta semana el Reino Unido en ese territorio en disputa.
En declaraciones a la prensa, Vernet, quien fue consultor de la Secretaría de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas, subrayó que esas prácticas son contrarias al derecho internacional porque esa región está constituida como zona de paz.
El intelectual también recordó que allí se encuentra la mayor base militar en el Atlántico Sur de las potencias del Atlántico Norte para controlar a Argentina y a América Latina.
Mientras en Buenos Aires, vestidas de negro en memoria de aquellas que ya no están, miles de mujeres argentinas unidas por un mismo dolor marcharon en todo el país contra la violencia femenina y el maltrato.
Una manifestación multiplicada desde el corazón de Buenos Aires hasta el sur de la Patagonia, en más de 130 ciudades del país, extendida también a Latinoamérica, para repudiar la ola creciente de feminicidios, que ha dejado desde enero hasta la fecha 226 asesinatos.
Por Lucía Pérez, la joven de 16 años ultimada salvajemente a inicios de mes en Mar del Plata, por Marcela, Beatriz, Silvia, Natalia, Samantha, Milagros, Marilyn, y Débora, por todos esos rostros que ya no están, los argentinos se aunaron en un misma rabia e impotencia contenida para pedir urgentemente al Estado hacer algo.
"Somos el grito de las que ya no tienen voz", se podía leer en uno de los tantos carteles que ondeaban en el Obelisco porteño, repleto a pesar de las lluvias y el frío cortante en un día que bautizaron como "miércoles negro".
La convocatoria a la marcha fue una de las tantas iniciativas devenidas de un gran paro nacional de mujeres, el primero en el país, donde las féminas cesaron sus trabajos y salieron con carteles en manos a decir "basta", "ni una menos", "si tocan a una nos tocan a todas", "vivas nos queremos".
No solo se trata de feminicidio, también se manifestaron por aquellas que sufren violencia de género como el caso de una joven de la ciudad de La Plata, en la provincia de Buenos Aires, a quien le quitaron a su pequeño hijo de dos años, hoy en manos de su exesposo, porque sufría problemas de salud.
Quiero que alguien me ayude, ya no doy más, por qué la justicia es muy lenta, se lamentaba desesperada en el Obelisco. "Nos están matando", decía otra mujer de 30 años, vestida de luto.
Desde la primera manifestación similar realizada el 3 de junio de 2015, la cifra de asesinatos y violencia doméstica contra las mujeres, sin contar las denuncias por maltratos, ha ido creciendo aquí a un ritmo de una fallecida por día. En Mar del Plata, una de las ciudades más golpeadas por este flagelo, se cuentan 900 denuncias al mes.
"Conozco a los que nos quieren en las casas, calladas, esperando cautelosas sus decisiones. Mi corazón estará en la marcha de cada una de las mujeres que se movilicen este miércoles", escribió más temprano la expresidenta Cristina Fernández en una misiva divulgada en las redes sociales, en las cuales también alzaron sus voces músicos, cineastas, deportivas y políticos.
Desde las más altas esferas, pasando por el Congreso, donde senadoras y diputadas de varios partidos políticos respaldaron el paro, hasta las calles, los argentinos vivieron una jornada histórica de movilización con un mensaje clave: hay que parar ya esta grave situación.
Empero, en la Cámara de Diputados podría aprobarse esta semana una propuesta impulsada por la coalición Cambiemos, liderada por el presidente Mauricio Macri, que busca eliminar la Unidad Fiscal especializada en feminicidios, que la víspera obtuvo dictamen en una comisión.
La propuesta ha sido rechazada por miles de víctimas y familiares que hoy ya no tienen en sus hogares a hijas como Cintia Verónica Laudonio, cuyos tres niños presenciaron como moría su madre de manos de su expareja, en marzo último, por citar solo un ejemplo.