Bogotá, 24 nov (RHC) El gobierno de Colombia y las insurgentes FARC-EP firmaron este 24 de noviembre el segundo pacto de paz, con el que se comprometieron nuevamente a terminar el conflicto entre ambas partes, consenso que sustituye al anterior rechazado en un plebiscito.
La ceremonia protocolaria, que tuvo como escenario al capitalino teatro Colón, puso fin a más de un mes de incertidumbre luego de la victoria del voto negativo en ese ejercicio democrático, resultado que entorpeció temporalmente el avanzado proceso pacificador.
Tras un periodo de movilizaciones ciudadanas e intensos debates en Cuba y Colombia, ambas delegaciones de negociadores terminaron el nuevo documento, que según el presidente Juan Manuel Santos incluye ampliaciones, modificaciones o precisiones en 56 de los 57 ejes temáticos revisados en La Habana, sede de las conversaciones desde el 2012.
El primer mandatario y el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), Timoleón Jiménez, volvieron a estrechar sus manos al oficializar el que calificaron de último y definitivo tratado, que abarca las medidas y reformas necesarias para acabar la confrontación y comenzar la construcción de la paz.
El pasado 12 de noviembre los portavoces gubernamentales y de esa guerrilla, la principal involucrada en la guerra interna, concluyeron el presente texto, derivado del inicial suscrito en la ciudad de Cartagena de Indias en septiembre y desaprobado luego en el plebiscito por la mayoría de los votantes.
En correspondencia con lo previsto, el paso siguiente será la refrendación por la vía del Congreso de la República y la implementación de lo consensuado.
Por su parte el máximo líder de las FARC-EP, Timoleón Jiménez, reiteró su llamado para que los colombianos usen la palabra como su única arma, y afirmó que el acuerdo rubricado es fruto del aporte de grupos de víctimas y de todos los ciudadanos que respaldaron en las calles y otros escenarios los diálogos a favor de la distensión.