Bogotá, 2 dic (RHC) Como reconocimiento a la perseverancia, seriedad, trabajo y abnegación para lograr la firma del acuerdo que pone fin al conflicto armado de más de 50 años, las delegaciones del gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- Ejército del Pueblo (FARC-EP) merecieron el Premio Nacional de Paz 2016.

El acta del jurado destaca que tanto los representantes del Gobierno como los voceros de las FARC-EP desarrollaron en La Habana "una negociación innovadora centrada en las víctimas y en los problemas derivados del conflicto", informa Telesur.

"Queremos exaltar así la ardua labor cumplida por ese amplio grupo de personas, que durante seis o más largos años han consagrado su mente y su corazón, sus días y sus noches, todos sus esfuerzos, a la difícil tarea de ponerle fin a un conflicto que nos ha destrozado sin piedad durante más de medio siglo", expresa el texto..

El jurado del Premio Nacional de Paz llamó al "mayor apoyo posible a ese nuevo acuerdo". "En este anhelo tenemos que confluir hoy ciudadanos e instituciones, guerreros y civiles, campesinos y pobladores de las ciudades, obreros y empresarios, víctimas y victimarios", precisa.

Los jefes de las delegaciones de las FARC-EP y Gobierno, Iván Márquez,y Humberto La Calle, recibieron el diploma acreditativo del galardón.

Márquez reiteró este que la guerrilla pasará a la vida civil para comprometerse a “concretar la vida digna, la no violencia y la no repetición”, y calificó el acuerdo de paz como las “tablas sagradas de un tratado de paz con justicia social para el futuro, para las nuevas generaciones”.

“El verdadero acuerdo nacional deben hacerse en los territorios para que todas las fuerzas de una vez por todas evitemos repetir masacres que arruinarían que arruinarían el proyecto de paz para nuestros hijos y nietos”, dijo De la Calle. 

La entrega del premio coincidió con el Día D, que marca el inicio para la fase de implementación del proceso de paz. Se instala el mecanismo de verificación del cese del fuego por las Naciones Unidas también comienza a correr el cronómetro para la instalación de las zonas de concentración, para el agrupamiento de los combatientes de las FARC – EP y la mencionada dejación de armas.