La Habana, 7 enero (RHC)- Desde las primeras horas de este sábado entró en vigor un cese el fuego en la región del Valle de Baradá, a unos 30 kilómetros al norte de Damasco y desde donde se abastece de agua potable a la capital siria.
Fuentes militares confirmaron que tras la tregua, un equipo técnico entrará en la zona del manantial saboteado por los extremistas, para reparar la instalación hasta tanto concluyan las negociaciones al respecto.
El acuerdo preliminar estipula la entrega de las armas pesadas, medianas y ligeras al Ejército y la salida de los armados de los diez poblados de Valle hacia Idleb, mientras los que residen en la zona serán indultados.
La UNICEF, Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, advirtió que los niños en Damasco enfrentan un creciente riesgo de contraer enfermedades diarreicas ante la falta de agua potable.