Guatemala, 20 mar (RHC) Partidos políticos, movimientos sociales, intelectuales y activistas de Guatemala patentizaron su respaldo a la lucha de la República Bolivariana de Venezuela contra la injerencia del titular de la OEA, Organización de Estados Americanos, Luis Almagro.
Durante un encuentro en la capital guatemalteca, los representantes de la sociedad civil, venezolanos residentes y amigos, firmaron el documento destinado a lograr que Almagro cese en su empeño de aplicar la Carta Democrática Interamericana en Venezuela.
En el texto, los firmantes recuerdan la trayectoria soberana del proceso identificado como Revolución bolivariana y su labor a favor de las personas más necesitadas, mientras condenan los intentos de golpe de Estado que enfrentó el gobierno democrático liderado por el fallecido presidente Hugo Chávez en abril del 2002.
A su vez, rechazan la guerra económica desencadenada por quienes, desde Venezuela, apoyan las aspiraciones injerencistas contra el gobierno de Nicolás Maduro y procuran desesperar al pueblo.
También el Defensor del Pueblo, Tarek William Saab, en una entrevista televisada aseguró que el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, mantiene una posición frente a Venezuela que no es mediadora y su informe es inferior a un panfleto.
Durante su participación la víspera en el programa "Dialogo Con" del canal Televen, Saab subrayó que Almagro no mantiene una posición diplomática, que ni es mediadora ni facilita la paz en Venezuela, y que solo emitió sus opiniones personales sin contar con el apoyo del plenario de la Organización de Estados Americanos (OEA).
El Defensor del Pueblo venezolano recalcó que la actitud de Almagro es inédita en un Secretario General de esta organización internacional que se "atreva a amenazar a una nación entera de una intervención extranjera, incluso propicia una salida violenta para el país".
"¿Cómo tú vas a conversar cuando amenazas, y colocas hasta un ultimátum de unos días?", cuestionó Saab.
El actual secretario general de las OEA es el centro de fuertes críticas dentro y fuera de Venezuela, por inmiscuirse en los asuntos internos de esta nación suramericana, y por presentar un controversial informe que justifique invocar la Carta Democrática Interamericana para expulsar a este país del organismo continental.