Brasilia, 7 jun (RHC) El gobierno brasileño confirmó este miércoles el cierre de la red de Farmacias Populares, un programa que en sus primeros 10 años de vigencia favoreció a más de 38 millones de brasileños de bajos ingresos.
La medida constituye otro retroceso del Ejecutivo en el área de la salud pública, pues la tendencia es a empeorar el acceso a los medicamentos para la población más necesitada, destacó Hugo Fanton, integrante de la Unión de los Movimientos Populares de Salud (UMPS).
De acuerdo con el cronograma previsto por la esfera sanitaria, el 95 por ciento de las casi 400 Farmacias Populares que todavía funcionan en esa nación suramericana serán cerradas en julio y las restantes el próximo agosto.
La red de Farmacias Populares fue una iniciativa del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva con el objetivo de garantizar la distribución gratuita, o con hasta el 90 por ciento de descuento de 112 medicamentos de uso continuo para dolencias crónicas como la hipertensión, diabetis y anemia.
En los primeros 10 años, el programa benefició a más de 38 millones de pobladores con bajos ingresos, pero el Ministerio de Salud planteó que la finalización de ese plan posibilitará ahorrar unos 100 millones de reales por año (más de 30 millones de dólares) y destinar esos recursos a estados y municipios para adquirir medicamentos.
La propia cartera subrayó que las unidades de ese proyecto podrán ser mantenidas, siempre y cuando las alcaldías asuman sus costos administrativos.
El Consejo Nacional de Salud (CNS) recomendó interrumpir cualquier proceso de desestructuración del programa, en especial de la modalidad red propia, pues de continuar haciéndolo se reduciría la participación del sistema público de salud privilegiando los intereses del sector privado.
Terminar con la Farmacia Popular afectaría a las poblaciones en situación de vulnerabilidad social y a aquellas que viven en áreas apartadas de las periferias de las grandes ciudades, alertó el CNS. (Agencias de prensa)