Washington, 18 jun (RHC) Las oficinas de derechos civiles de la administración del presidente norteamericano, Donald Trump, serán sometidas a una investigación de dos años ante temores en torno a su capacidad para funcionar con recortes de presupuestos.
La Comisión de Derechos Civiles de Estados Unidos, un órgano bipartidista independiente, anunció en un comunicado que hasta el año fiscal de 2019 realizará una pesquisa sobre esas instituciones para determinar el grado de influencia de los presupuestos actuales y los niveles de personal.
Según la entidad, le preocupa que los recortes del Gobierno a las oficinas de derechos civiles resulten una peligrosa reducción de la aplicación de su defensa en todo el país y dejen a las comunidades negras, ancianos, discapacitados y otros grupos marginados expuestos a un mayor riesgo de discriminación.
Entre sus inquietudes, la Comisión mencionó la decisión del Departamento de Justicia de colocar agentes de Inmigración y Aduanas en los tribunales, lo cual señala un peligroso impedimento para el acceso a la justicia para todos los estadounidenses.
Medios de Estados Unidos cuestionan los complejos intereses económicos que mantiene el presidente Donald Trump mientras está en la Casa Blanca, tras la revelación de informes sobre sus millonarios ingresos.
La nueva información financiera, divulgada por el mandatario de forma voluntaria y que abarca desde enero de 2016 hasta abril pasado, mostró que sus bienes inmuebles y hoteleros tienen un valor de 1 400 millones de dólares.
El informe, presentado ante la Oficina de Ética Gubernamental, indicó que el republicano recaudó una afluencia de ingresos a partir de acuerdos en el extranjero y una oleada de negocios en su propiedad de Mar-a-Lago, en Florida.
De acuerdo con The Washington Post, Trump ha hecho de la riqueza un elemento clave de su marca política, y la negativa a renunciar a la propiedad de su empresa ha impulsado quejas sobre ética y desafíos legales.
En enero pasado todos los activos comerciales de Trump pasaron a un fideicomiso administrado y controlada por sus hijos, pero documentos de abril muestran que el gobernante es el beneficiario de ese mecanismo y se le permite sacar dinero de él en cualquier momento.
Para la cadena CNN, el formulario presentado anoche deja una serie de preguntas sin respuesta sobre los detalles no solo de los ingresos de Trump, sino también de sus vastas tenencias.
La información mostró que, por sus campos de golf, el mandatario registró 288 millones de dólares de ganancias, los cuales incluyen 19,8 millones de dólares en su club en Bedminster, Nueva Jersey, donde ha pasado algunos fines de semana como presidente.
También informó de 37,2 millones de dólares que devengó por Mar-a-Lago, club que duplicó la cuota de afiliación en el último año y recibió 7,4 millones de dólares adicionales en comparación con los datos divulgados en mayo de 2016.
Además, registró ganancias de 19,7 millones hasta mediados de abril por su hotel de lujo en Washington, abierto en septiembre último.
Ese lugar se ha convertido en un foco de preocupación por el conflicto de intereses que podría generar, a raíz de la posibilidad de que los gobiernos extranjeros reserven allí, en lugar de en otras instalaciones, para ganar el favor del presidente.
La propiedad ubicada cerca de la Casa Blanca es una de las razones por las que los fiscales generales de Washington DC y Maryland presentaron una demanda contra el jefe de Estado a principios de esta semana, en la cual lo acusan de violar leyes anticorrupción por poseer empresas que aceptan pagos de autoridades foráneas.
De acuerdo con el Post, esa instalación ha inclinado el campo de juego en la industria de viajes y entretenimiento de la ciudad a favor de la empresa del presidente, al menos cuando se trata de los gobiernos que utilizan espacios en la capital de la nación.
