Managua, 19 jul (RHC) Nicaragua celebra este miércoles el aniversario 38 del triunfo de la Revolución Popular Sandinista, gesta que en 1979 puso fin a décadas de dictadura y abrió una etapa de cambios transcendentales en el país.
Para la ocasión, la capitalina Plaza de la Fe ha sido engalanada con banderas rojinegras del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), así como con los colores azul y blanco de la enseña nacional, acompañadas de los lumínicos Arboles de la Vida que sobresalen en el paisaje de la capital, reporta Prensa Latina.
De esa manera la explanada ya está lista para acoger a cientos de miles de nicaragüenses y personalidades de diversas partes del mundo que, como cada año, acuden a respaldar el proceso revolucionario sandinista, liderado por el presidente Daniel Ortega y la vicemandataria Rosario Murillo.
En el país ya se encuentran el presidente de Bolivia, Evo Morales, y de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén.
Igualmente estará presente el primer vicepresidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, al frente de una delegación compuesta, además, por el canciller Bruno Rodríguez, el jefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Comité Central del Partido Comunista, José Ramón Balaguer, y el embajador de La Habana aquí, Juan Carlos Hernández.
Asimismo también destacan representaciones de movimientos sociales y partidos políticos de izquierda de América Latina y El Caribe, que se reunieron en esta capital en el vigésimo tercer encuentro del Foro de Sao Paulo.
El 19 de julio de 1979 el FSLN puso fin a la dictadura de Anastasio Somoza Debayle, el último de esa familia que ocupó el poder, y desde entonces emprendió una serie de cambios profundos en beneficio de las mayorías.
Sin embargo, tras los efectos devastadores de un cerco económico y la guerra financiada y organizada por Estados Unidos, el FSLN perdió en las elecciones en 1990 ante una coalición que reunió a todas las fuerzas políticas opositoras.
Diecisiete años después, por la vía de las urnas, el Frente retornó al gobierno para iniciar una segunda etapa que muestra cambios sustanciales en todos los órdenes, aplaudidos y reconocidos por diversos países y organismos internacionales.
En la actualidad Nicaragua exhibe sólidos indicadores en diversos órdenes y es considerada una de las naciones más estables y seguras del orbe, al tiempo que está en condiciones de despuntar como una de las economías más importantes de la región.