La Habana, 2 de ago (RHC). Un sistema basado en la cualificación de los aspirantes a entrar en territorio norteamericano fue propuesto como parte de un proyecto de ley por los senadores Tom Cotton (Arkansas) y David Perdue (Arizona), con el objetivo de reducir la inmigración ilegal en ese país.
La iniciativa, bautizada como Ley de Reforma de la Inmigración Estadounidense para un Empleo Fuerte (RAISE, por sus siglas en inglés), fue respaldada por el presidente Trump.
Esta propuesta tiene como propósito hacer que las habilidades laborales tengan prioridad por encima de las conexiones familiares para que las personas obtengan residencia permanente legal.
Además, reduciría drásticamente el número de refugiados que llegan anualmente a Estados Unidos.
Trump estuvo junto a Cotton y Perdue este miércoles en la Casa Blanca para revelar la versión modificada de la RAISE, que los senadores introdujeron por primera vez en febrero para reducir la inmigración a la mitad de la actual cifra de un millón de personas al año.
El borrador refleja los señalamientos que el mandatario realizó durante su campaña electoral, cuando argumentó que el rápido crecimiento de la llegada de extranjeros durante los últimos 50 años perjudicó las oportunidades de empleo para los estadounidenses y trajo riesgos para la seguridad nacional.
Según expresó el gobernante republicano desde la Sala Roosevelt, “esta sería la reforma más significativa al sistema de inmigración en medio siglo”, al tiempo que la calificó de “propuesta histórica y muy vital”.
De acuerdo con el presidente, la normativa ‘aumentaría los salarios y ahorraría a los contribuyentes miles de millones’ de dólares.
Medios locales indicaron que marcaría un cambio importante en las leyes de inmigración de Estados Unidos, que en las últimas décadas han permitido a un número creciente de personas venir al país para trabajar o unirse a familiares.
Para lograr las reducciones, Cotton y Perdue tienen como meta limitar las ‘green cards’ (tarjetas verdes) de residencia que se otorga a hijos crecidos, hermanos y abuelos de los ciudadanos y residentes permanentes, las cuales sí podrían ser solicitadas por hijos menores de edad y cónyuges.
Tambien proponen poner fin a una lotería de visados que otorga 50 mil tarjetas verdes al año, principalmente en áreas del mundo que como tradición no tienen tantos inmigrantes en este país, incluyendo a África.
Según la iniciativa, el nuevo sistema otorgaría puntos a los solicitantes basados en factores como el dominio del inglés, los niveles de educación y las habilidades laborales.
Pese al apoyo del mandatario, el proyecto podría tener pocas posibilidades de éxito en el Congreso, sobre todo porque para avanzar en el Senado necesitaría un mínimo de 60 votos, y la mayoría republicana es solo de 52 escaños.
con informacion de cubadebate