La Habana, 8 ago (RHC)- El alza en la cantidad de estadounidenses que llegan a Canadá con armas de fuego, preocupa hoy a autoridades, las cuales intentan idear una estrategia que disuada a los posibles infractores de la ley respecto a la tenencia de estos artefactos.
El problema parece agravarse en los meses de verano -de junio a septiembre en el hemisferio norte-, pues en las últimas semanas al menos 6 estadounidenses han sido acusados de traer pistolas al cruzar la frontera de la provincia de Nueva Brunswick, en el este del país.
Los delitos continúan ocurriendo con alarmante frecuencia durante los meses de verano, explicó el fiscal federal Peter Thorn en declaraciones a The Canadian Press.
La mayoría de las personas atrapadas son ciudadanos respetuosos de la ley de Estados Unidos, pero no son conscientes fr que las armas están restringidas o prohibidas en Canadá, subrayó.
A quienes se declaró culpable fueron multados con cuotas entre 1 500 y 2 000 dólares, dijo.
Thorn, quien participa en este tipo de procesos legales desde hace años, explicó que muchos de los turistas desconocen que pueden declarar legalmente armas de fuego, pero dejarlas al cruzar la frontera.
Muchos de los infractores tienen 60 años o más, y provienen principalmente de territorio estadounidense.
Aunque el gobierno canadiense ha emitido avisos de viaje, y existen letreros en los pasos fronterizos, algunos estadounidenses continúan trayendo sus armas y mintiendo al respecto, enfatizó.
Según Thorn, cada vez que maneja un caso le pide al juez una sentencia que disuada a otros de viajar armados, pero las medidas han caído en saco roto en territorio de la nación vecina.
(PL)