Madrid, 30 ago (RHC) El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, comparece este miércoles en el Congreso de los Diputados por una presunta financiación ilegal de su agrupación, el conservador Partido Popular (PP).
La decisión fue adoptada el pasado jueves por la Diputación Permanente, órgano que asume las funciones de la Cámara baja cuando recesa el período de sesiones, como es el caso por las vacaciones estivales, informa Prensa Latina.
Salvo el PP, todas las agrupaciones con representación parlamentaria se pronunciaron a favor de la comparecencia urgente del gobernante, mientras que los liberales de Ciudadanos -considerados afines al Ejecutivo- se abstuvieron.
Con el voto mayoritario de la oposición, el Congreso convocó a un pleno extraordinario para que el gobernante rinda cuentas también sobre el sonado caso de corrupción política conocido como trama Gürtel.
En una imagen inédita en la historia de España, testificó Rajoy el pasado 26 de julio ante el tribunal que juzga esa causa, que investiga una red de contratos amañados entre empresarios y altos cargos de su formación entre 1999 y 2005.
El presidente del Gobierno negó entonces en su declaración haber desempeñado papel alguno en la financiación de campañas electorales del PP.
Además, aseguró que, por su condición de político, nunca se ocupó de las cuestiones financieras ni tuvo conocimiento de una hipotética contabilidad paralela o 'caja B' dentro de su partido.
Visiblemente incómodo y por momentos nervioso ante el interrogatorio de los letrados, que se prolongó unas dos horas, el jefe del gobierno español rechazó también que recibiera sobresueldos.
Aludió a las confesiones realizadas tiempo atrás por Luis Bárcenas, extesorero de los populares y uno de los principales implicados en el entramado, quien acusó a varios de sus correligionarios, entre ellos al propio Rajoy, de aceptar sobres con dinero de dudosa procedencia.
El mandatario fue llamado a testificar porque en el momento de los hechos era vicesecretario general del PP y dirigió varias campañas electorales.
Los reiterados escándalos de corrupción en las filas oficialistas condujeron a la derecha a la pérdida de unos tres millones de votos en las dos elecciones generales celebradas en diciembre de 2015 y junio de 2016.