Washington, 18 sep (RHC-PL) El más reciente esfuerzo republicano para derogar la ley sanitaria conocida como Obamacare parece ganar terreno hoy en el Congreso estadounidense cuando varios medios lo consideran una propuesta peor que las rechazadas en julio.
Los senadores Lindsey Graham y Bill Cassidy reabrieron un debate sobre el cuidado de salud que parecía muerto al promover un diseño mediante el cual los estados podrían elegir acogerse o no a ciertas directrices de la normativa actual, aprobada durante la administración de Barack Obama (2009-2017).
De acuerdo con el diario USA Today, los líderes del Senado pidieron este lunes a la Oficina de Presupuesto del Congreso elaborar una análisis acelerado sobre el costo e impacto de la iniciativa, y la entidad respondió que ofrecerá una evaluación preliminar a principios de la próxima semana.
Según Cassidy, está bastante seguro de que lograrán la luz verde, cuando muchos miembros de la fuerza ya han garantizado su respaldo en público o privado.
El diario The Washington Post consideró que la normativa está ganando fuerza en el Capitolio y señaló que con ella se reduce drásticamente el gasto en atención de salud y probablemente se cubriría a menos personas que las previstas en las iniciativas de julio.
Por su parte, el periódico Los Angeles Times coincidió con la estimación del Post, al apuntar que el esbozo de ahora aumentaría en millones la cifra de personas sin cobertura y allanaría el camino para la eliminación de toda la protección de quienes tienen condiciones médicas preexistentes.