Madrid, 11 oct (RHC) El gobierno español define este miércoles su respuesta a la decisión del presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, de dejar en suspenso la proclamación de la independencia de esa región para propiciar una negociación sobre el grave conflicto territorial.

En un discurso ante el parlamento regional, Puigdemont asumió la víspera el 'mandato del pueblo' para que esa comunidad autónoma se convierta en un Estado independiente en forma de república, tras el triunfo del sí a la secesión en el referendo del pasado día primero, informa Prensa Latina.

Sin embargo, solicitó a la cámara autonómica -controlada por los partidos separatistas- que posponga esa decisión por unas semanas para permitir el diálogo con el ejecutivo central de Mariano Rajoy, con el fin de llegar a una solución acordada con España.

Cataluña vuelve a tender la mano, porque consideramos que el conflicto puede resolverse, expresó el mandatario autonómico, luego de lamentar que tanto en el pasado como en el presente no encontraran interlocutores a sus reivindicaciones soberanistas.

'No somos unos delincuentes, ni unos locos, ni unos golpistas, ni abducidos. Somos gente normal que pide votar', remarcó.

Afirmó que los catalanes no tienen nada contra España, pero apuntó que la relación es insostenible después de años de agravios por sus autoridades.

En una primera reacción, la vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, rechazó la víspera la oferta de diálogo de la Generalitat (ejecutivo catalán) y dejó abierta la puerta a la toma de medidas excepcionales.

Ni el señor Puigdemont ni nadie puede pretender, sin volver a la legalidad y a la democracia, imponer una mediación, pues el diálogo entre demócratas se hace dentro de la ley, afirmó Sáenz de Santamaría.

'El gobierno no puede aceptar que se dé validez a la ley catalana del referéndum porque está suspendida por el Tribunal Constitucional (TC)', advirtió la vicepresidenta en una declaración institucional desde el gubernamental Palacio de La Moncloa en Madrid.

La Generalitat no puede asumir los resultados del 1 de octubre porque ese fue un acto ilegal, fraudulento y sin las más mínimas garantías, subrayó en alusión a la consulta soberanista de ese día, prohibida por el TC a instancias de la administración de Rajoy.

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, se encuentra reunido con sus ministros para estudiar y decidir su respuesta a la declaración de independencia 'en diferido' anunciada por Puigdemont.

Según medios periodísticos, entre las medidas barajadas por Rajoy para hacer frente al desafío secesionista figura una eventual intervención de la autonomía de Cataluña mediante la aplicación del artículo 155 de la Constitución.