Estrasburgo, 17 ene (RHC) El presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Junker, reiteró la disposición del bloque de aceptar la cancelación del proceso de salida del Reino Unido o la reincorporación de ese país tras concretado el Brexit.
Durante un debate de la Eurocámara, efectuado en Francia, aseguró Junker que SI el pueblo y gobierno británicos cambian de opinión, los miembros de la UE, Unión Europea, apoyarían su permanencia en la plataforma comunitaria e, incluso, facilitarían su reintegración.
El directivo precisó que el bloque regional está listo para conversar con el Reino Unido sobre el tema, y recordó los pronunciamientos del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, quien abogó por la continuidad de esa nación en la UE.
La Cámara de los Comunes del Parlamento británico aprobó la Ley de Retirada de la Unión Europea (UE), elemento esencial para la salida efectiva de Reino Unido del bloque regional (Brexit).
Según un informe oficial divulgado este miércoles, la propuesta contó con 324 votos a favor y 295 en contra. El Partido Laborista rechazó la tercera y definitiva versión del estatuto, el cual pretende restablecer la supremacía de la ley británica por encima de la comunitaria.
“Estamos satisfechos porque la ley completara esta fase de su tramitación parlamentaria”, declaró el ministro del Brexit, David Davis, a la cadena de televisión Sky News.
“Desde el principio intentamos colaborar constructivamente con los diputados de toda la Cámara para mejorar la norma”, agregó.
Por su parte, el portavoz del Brexit del Partido Laborista, Keir Starmer, criticó la propuesta y pidió una opción para expresar las opiniones de los diputados en votación vinculante sobre el acuerdo que alcance el Gobierno con Bruselas.
Luego de la aprobación, el proyecto legislativo se transfiere a la Cámara de los Lores, donde se esperan algunas correcciones.
Los expertos destacan que la nueva ley, si finalmente entra en vigor, deroga la Ley de las Comunidades Europeas de 1972 por la cual se lograba el ingreso británico en la UE.
De igual modo, incorporaría toda la legislación comunitaria a la británica para poder modificarla posteriormente ya sin depender de la Unión.
Por su parte, el eurodiputado y antiguo líder del Partido para la Independencia de Reino Unido (UKIP) Nigel Farage, precisó que no quiere un segundo referendo sobre la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea (UE).
Durante su intervención en un debate en la Eurocámara, el político británico descartó la opción de otra consulta sobre el tema, a pesar de sugerir en la última semana que la organización de una cita en las urnas ratificaría la voluntad de separarse del bloque y terminaría con las quejas de sectores opuestos.
Asimismo, Farage acusó al primer ministro de Irlanda, Leo Varadkar, de formar parte de un “complot” para frustrar la salida británica del bloque comunitario.
“Usted es parte, por supuesto, de un gran intento para revocar el Brexit, pues sabe que si Reino Unido se separa, otros también lo harán”, agregó.
Por su parte, el primer ministro irlandés destacó en una rueda de prensa posterior a la sesión parlamentaria, que es “un amigo de Londres” y no forma parte de ningún plan para evitar el divorcio previsto para marzo de 2019.
En este contexto, el gobierno británico descartó la celebración de un segundo referendo, pues convocar a otra consulta sobre el tema sería traicionar a los votantes que apoyaron la separación (52 por ciento) y obstaculizaría las negociaciones con Bruselas.
No obstante, la idea de una segunda votación es considerada válida y necesaria por representantes de ambos bandos.
Recientemente, el exprimer ministro británico Tony Blair respaldó esa opción y aseguró que la salida del bloque es un error con graves consecuencias para las generaciones futuras.
El dirigente del Partido Laborista de 1994 a 2007 afirmó que los británicos tienen derecho a expresar nuevamente su opinión sobre el denominado Brexit, pues cuando se convocó al referendo de 2016 la población no conocía los detalles sobre la relación con la UE una vez concretado el divorcio.
También advirtió que 2018 es un año decisivo para Reino Unido y se acaba el tiempo para detener el proceso, por lo cual instó a sus compañeros de formación a tener una parte más activa en la toma de decisiones sobre el futuro del país.