Madrid, 3 mar (RHC-PL) El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, llamó a las fuerzas secesionistas de Cataluña a elegir un nuevo gobernante exento de causas judiciales para restituir la normalidad en esa región, intervenida por su administración.
Durante una reunión de su agrupación, el conservador Partido Popular, en la isla canaria de Tenerife, Rajoy advirtió que será imposible generar un mínimo de estabilidad si el futuro mandatario catalán tiene cuentas pendientes con la justicia.
Aludió a la decisión del independentismo, mayoritario en el parlamento regional, de proponer como candidato a la Generalitat (ejecutivo catalán) a Jordi Sánchez, ante la imposibilidad de investir al expresidente Carles Puigdemont, autoexiliado en Bélgica.
Puigdemont renunció el jueves 'provisionalmente' a encabezar la Generalitat, en un intento de despejar el camino para formar gobierno en una comunidad autónoma controlada por Rajoy tras la declaración unilateral de independencia del pasado 27 de octubre.
Entonces propuso como candidato alternativo a Sánchez, segundo en la lista de su coalición electoral Junts per Catalunya (JxCat), para tratar de desbloquear la situación política en la rica región nororiental de 7,5 millones de habitantes.
Sin embargo, la eventual investidura de Sánchez -en prisión preventiva- se anuncia más que difícil, pues la justicia española negó en febrero su puesta en libertad, ante el temor de que vuelva a incurrir en el delito de sedición del cual se le acusa.
Tanto Puigdemont como su candidato alternativo están imputados por su presunta responsabilidad en el proceso que culminó con la proclamación de la República catalana, luego del referendo de autodeterminación celebrado el 1 de octubre de 2017.
Rajoy calificó esta semana de demencial la idea del separatismo de constituir un gobierno legítimo sin problemas con la justicia en Cataluña y otro simbólico dirigido desde Bruselas por Puigdemont.
Tras destituir al ejecutivo regional, Rajoy convocó a elecciones autonómicas con la esperanza de que éstas pusieran fin a lo que Madrid consideró un desafío al Estado español.
En esos comicios, celebrados el 21 de diciembre último, los votantes dieron de nuevo la mayoría a los independentistas y, con el respaldo de las urnas, éstos se comprometieron a 'liberar' las instituciones catalanas y a seguir con su proyecto de secesión.
Aludió a la decisión del independentismo, mayoritario en el parlamento regional, de proponer como candidato a la Generalitat (ejecutivo catalán) a Jordi Sánchez, ante la imposibilidad de investir al expresidente Carles Puigdemont, autoexiliado en Bélgica.
Puigdemont renunció el jueves 'provisionalmente' a encabezar la Generalitat, en un intento de despejar el camino para formar gobierno en una comunidad autónoma controlada por Rajoy tras la declaración unilateral de independencia del pasado 27 de octubre.
Entonces propuso como candidato alternativo a Sánchez, segundo en la lista de su coalición electoral Junts per Catalunya (JxCat), para tratar de desbloquear la situación política en la rica región nororiental de 7,5 millones de habitantes.
Sin embargo, la eventual investidura de Sánchez -en prisión preventiva- se anuncia más que difícil, pues la justicia española negó en febrero su puesta en libertad, ante el temor de que vuelva a incurrir en el delito de sedición del cual se le acusa.
Tanto Puigdemont como su candidato alternativo están imputados por su presunta responsabilidad en el proceso que culminó con la proclamación de la República catalana, luego del referendo de autodeterminación celebrado el 1 de octubre de 2017.
Rajoy calificó esta semana de demencial la idea del separatismo de constituir un gobierno legítimo sin problemas con la justicia en Cataluña y otro simbólico dirigido desde Bruselas por Puigdemont.
Tras destituir al ejecutivo regional, Rajoy convocó a elecciones autonómicas con la esperanza de que éstas pusieran fin a lo que Madrid consideró un desafío al Estado español.
En esos comicios, celebrados el 21 de diciembre último, los votantes dieron de nuevo la mayoría a los independentistas y, con el respaldo de las urnas, éstos se comprometieron a 'liberar' las instituciones catalanas y a seguir con su proyecto de secesión.