Lima, 21 mar (PL) El representante de Cuba en el Diálogo Hemisférico que sesiona en Lima, Juan Antonio Fernández, lamentó profundamente la exclusión de Venezuela de la VIII cumbre de las Américas, una decisión injusta –denunció- que mutila al continente.
“Cuba lamenta profundamente y desea que quede registrado su malestar por la exclusión de la hermana República de Venezuela”, subrayó el embajador al hablar como representante del gobierno tras un primer bloque de intervenciones de voceros de coaliciones.
“Nuestra América está mutilada sin la presencia de uno de los países del continente que más ha aportado al ideal de la libertad e integración de la América Latina y el Caribe, agregó Fernández ante delegados de las coaliciones y de los estados americanos.
Señaló que ese diálogo hemisférico y la propia cumbre de Lima “deberían ser puntos de encuentro para todos los países del hemisferio y un espacio donde todos, sin injustas exclusiones, podamos expresar nuestras ideas, alcanzar consensos, y sentir y debatir respetando nuestra rica diversidad”.
El gobierno de Perú retiró el mes pasado la invitación al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en respuesta a presiones de un grupo de naciones reunidas en esta capital, una medida considerada contraproducente con el espíritu de la integración latinoamericana.
Al hablar en el mismo segmento, el representante del gobierno boliviano también lamentó la ausencia del que definió como un país hermano, y advirtió que esa segregación es una “vulneración de nuestras propias normas”.
Por otro lado, Fernández indicó que escuchó con atención las recomendaciones realizadas por los voceros en un primer bloque de intervenciones de actores de las 28 coaliciones que participarán en el foro de la sociedad civil y actores sociales de la VIII cumbre.
En su opinión, algunas de éstas han resultado “verdaderamente notables” y destacó aquellos elementos que concitaron el mayor interés de la isla caribeña.
Compartimos –dijo- nuestra preocupación respecto al concepto y la forma en que fueron concebidas las coaliciones.
“Este nuevo modelo que se articuló de modo selectivo y poco transparente cambió las reglas del juego establecidas. Se impuso a este foro una fórmula que sólo fue probada con dudoso resultado en la última asamblea general de la OEA”, deploró.
Sugirió que como plantea una limitación importante a los derechos de participación y al debate respetuoso y democrático, se revise ese mecanismo hacia futuro.
Reconocemos y repudiamos firmemente el avance de la corrupción política y económica en nuestra región manifestada por la creciente desigualdad en la distribución de la riqueza y la exclusión social que presupone un enorme abismo que separa a ricos de pobres, indicó.
El representante de Cuba expuso igualmente la necesidad de un enfoque integral en la lucha contra el flagelo de la corrupción y dijo que su gobierno valora positivamente el papel que está llamada a jugar la sociedad civil y los actores relevantes de los países.
Se trata –acotó- de un esfuerzo común donde necesitamos mayor participación y control popular como ingredientes esenciales en la implementación de las políticas públicas.