Damasco, 29 abr (RHC) Intensos bombardeos y operativos del ejército sirio y sus aliados en las últimas 24 horas contra el grupo terrorista Estado Islámico propiciaron el control de cuatro barrios en el sur de la capital del país.
El Ministerio de Defensa informó que como resultado de esas acciones antiterroristas el barrio Al-Mazasieh fue de los últimos capturados por las unidades militares castrenses, así como liberaron tres barrios en el sector oeste del sur de Damasco.
Con este gran avance, ya el ejército aseguró la antigua carretera Damasco-Deraa, que pasaba por esas localidades y que había sido interrumpida desde hace cinco años.
El rápido progreso del ejército muestra el colapso de las líneas de defensa de las fuerzas terroristas en la zona, lo cual le impulsó a atacar de forma desesperada a los vecinos barrios de Yalda y Bebila, controlados por facciones armadas de la oposición siria.
El ejército sirio comunicó la adopción de un acuerdo que estipula la salida de los grupos terroristas de los distritos de Yalda, Bebila y Beit Sahem, en el sur de Damasco, hacia el norte de este país mesoriental.
De acuerdo con la Agencia de Noticias Sana, el convenio entre las agrupaciones extremistas y las fuerzas gubernamentales contempla la evacuación de los radicales takfiríes y sus familiares del sur de Damasco, a partir del próximo martes.
Con la salida de los radicales hacia zonas norteñas de este país árabe, solo quedarán ocupadas las áreas del Campamento de Refugiados Palestinos de Yarmouk y el distrito de Hayyar Asswad, controlados por las agrupaciones terroristas Estado Islámico y el Frente Al-Nusra.
En los últimos días, una poderosa ofensiva de las tropas leales a Damasco posibilitó que las bandas radicales negociaran la retirada de la importante región de Ghouta Oriental, al este de Damasco, y la zona del Qalamoun Oriental, al norte capitalino.
Desde marzo de 2011, Siria vive sumida en una cruenta guerra entre el Ejército y formaciones terroristas, apoyadas por potencias occidentales, que dejó saldo hasta la fecha saldo de más de medio millón de muertos y mutilados, según Naciones Unidas y fuentes independientes.