Beirut, 7 may (RHC) Horas antes de anunciar los resultados finales, los analistas vaticinan hoy que Hizbulah y sus aliados Amal y Corriente Patriótica Libre, conseguirán un rotundo éxito en las elecciones generales libanesas.
Basados en encuestas a pie de urna, el panorama parece de total éxito para los tres grupos políticos, aunque predomina el Partido de Dios, al que los votantes reconocieron el más honesto y valiente de los aspirantes, indica Prensa Latina.
En el sur del país de los cedros, de histórica simpatía con Hizbulah, la Resistencia obtuvo todos los escaños en disputa, aunque era de esperar esa respuesta popular.
La gran sorpresa ocurrió en la circunscripción de Beirut II, tradicional fuerte sustento de la Corriente Futuro, del primer ministro, Saad Hariri, donde contra todo pronóstico emergió vencedor un representante de la Resistencia.
Y no solo eso, sino que la facción política azul de Hariri, perdió ante otros candidatos musulmanes sunitas, en un reflejo de la decepción por varios años de fallida política económica.
El país de los cedros soporta una deuda pública que significa 150 por ciento del Producto Interno Bruto, mientras el desempleo y la carestía de la vida cobraron factura a la gestión del Gobierno.
En la percepción popular, el apoyo ofrecido a Hizbulah incluye una respuesta a las amenazas conspirativas de Israel y otras naciones de la región que aspiran a convertir a El Líbano en la siguiente Siria.
Fracasados planes en el vecino Estado y en Iraq, potencias ajenas a Medio Oriente y sus aliados regionales, habrían apostado por crear en este país árabe una crisis política que habría dado paso a los intereses de la entidad sionista y a Estados Unidos.
De ahí amenazas formuladas desde ya por ministros israelíes sobre la no diferencia entre El Líbano y la Resistencia Islámica, por lo que en una probable agresión no habría distingos.
Hacia lo interno las expectativas suben de tono a la espera de la información final de los comicios, en los cuales solo participó 49,2 por ciento de un padrón de unos 3 millones 700 mil, como expresión de la mínima importancia que el pueblo libanés otorgó a la consulta.
(Prensa Latina)