Managua, 23 may (RHC) El diálogo nacional por la paz en Nicaragua aún no ha reportado progreso ante la falta de consenso en los acuerdos propuestos por las partes y continúa la tensión social en las calles, incitadas por el imperio del norte para acabar con la Revolución Sandinista.
Los sectores opositores participantes en las conversaciones rechazaron la iniciativa del gobierno en torno a la suspensión inmediata de todos los tranques y bloqueos de carreteras, el cese de la violencia venga de donde venga y garantizar los empleos de todos los nicaragüenses.
En tanto, los representantes del Estado desestimaron una propuesta de la contraparte dirigida a discutir una ley marco, que incluye el adelanto de elecciones generales, la no reelección y aplicar las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, entre otros puntos.
La falta de acuerdo obligó a la Conferencia Episcopal, mediadora y testigo del diálogo, a suspender el proceso hasta tanto las partes logren algún tipo de acuerdo que permita avanzar en las conversaciones.
Para ello, la jerarquía católica llamó a conformar una comisión mixta de seis personas, tres por cada bando, a fin de destrabar el diálogo y evitar así que se profundice la crisis sociopolítica que estalló hace poco más de un mes.
Durante la jornada, el canciller de la República, Denis Moncada, advirtió que la agenda de 40 puntos que la oposición pretendía imponer en el diálogo conducía a un golpe de Estado, violando así la constitución de la República y las leyes vigentes en el país.
Es el diseño de una ruta para un golpe de Estado, la ruta para cambiar el gobierno de reconciliación y unidad nacional, al margen de la Constitución, del ordenamiento jurídico del país, subrayó.
Moncada insistió que antes de tratarse cualquier tema en el diálogo debe abordarse el derecho a la paz de la mayoría de los nicaragüenses.
El problema fundamental es que tratar esa agenda, mientras nuestra población languidece producto de tranques y bloqueos de vías, causando daños económicos, sicológicos, físicos, estamos realmente en una situación de violación total de derechos humanos, apuntó.
Por su parte, el diputado Edwin Castro, del Frente Sandinista de Liberación Nacional y representante del gobierno en la mesa, recordó que en la sesión anterior se estableció discutir en la presente jornada sobre la no violencia, la libre circulación y el derecho al trabajo.
La agenda que pretende imponer el bloque opositor, de manera unilateral, plantea una reforma parcial de la constitución política, cambiar la ley orgánica del poder legislativo y aprobar una ley marco para la transición y gobernabilidad democrática.
Nicaragua vive una severa crisis sociopolítica desde el pasado 18 de abril, cuando protestas contra nuevas reformas al seguro social, ya derogadas, pero que derivaron en otras demandas políticas en medio de una ola de violencia, enfrentamientos y hechos vandálicos contra bienes públicos y privados.
La situación llegó a tal punto, que las partes acordaron sentarse en una mesa de diálogo nacional por la paz, con la Conferencia Episcopal en calidad de mediadora y testigo del proceso.
Mientras los transportistas nicaragüenses denunciaron el bloqueo de vías y la violación del derechos humano a la libre circulación, mientras transcurre la tercera sesión plenaria del diálogo nacional por la paz.
Tenemos 25 mil taxistas, cinco mil ómnibus, que representan 78 mil empleos directos, personas a quienes se les violenta su derecho al trabajo y laboran parcialmente bajo amenazas, expresó Luis Jiménez, representante del Consejo Superior del Transporte.
Estamos estrangulados económicamente, agregó, tenemos pérdidas de más de 20 millones de dólares, instamos a eliminar los tranques que afectan la libre movilización, la economía de las familias y el derecho a la salud, recalcó Jiménez.
De acuerdo con el canciller Denis Moncada, la libre movilidad en el país resulta vital para la seguridad, estabilidad del pueblo y fluidez económica.
En primer lugar hay que estabilizar la nación antes de hablar de reformas políticas, subrayó Moncada.