Roma, 12 jun (RHC) La FAO, Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación, advirtió que conflictos, migración forzada y desastres provocados por el clima elevaron en los últimos años las labores de niños en la agricultura.

A propósito del Día Mundial contra el Trabajo Infantil la organización internacional alerta en un comunicado que esa tendencia amenaza el bienestar de millones de niños, y además socava los esfuerzos para acabar con el hambre y la pobreza en el mundo.

Alerta además que los menores están expuestos a múltiples amenazas por el uso de plaguicidas, condiciones inadecuadas de saneamiento, temperaturas elevadas y fatigas ante trabajos físicos durante largo tiempo, que superan sus capacidades.

La FAO argumenta además que esa situación priva a los niños de opciones como asistir a la escuela y desarrollar habilidades, e interfiere en sus capacidad de acceder a oportunidades de empleo decentes y productivos en el futuro.

La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), destacó la reducción del trabajo infantil peligroso a nivel global en América Latina y el Caribe.

“La reducción del trabajo infantil y sobre todo de sus formas más peligrosas es una gran noticia (...) es inaceptable desde todo punto de vista”, comentó Julio Berdegué, delegado regional de la FAO desde su oficina en Chile.

Añadió que es muy positivo que en el área se avance hacia su erradicación. “Eso sí, podemos ir más rápido con un poco más de esfuerzo de nuestros gobiernos y de las empresas del sector agroalimentario”, puntualizó Berdegué, de nacionalidad mexicana.

El más reciente informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) indica que entre 2012 y 2016, la región registró una reducción de 2,4 puntos porcentuales en su proporción de niños y niñas ocupados en trabajos peligrosos.

La disminución del problema fue la mayor del mundo, seguida de Asia y el Pacífico.

Según el reporte de la OIT América Latina y el Caribe no sólo redujo las formas más peligrosas de trabajo infantil, sino el hecho como un todo.

El porcentaje de niños y niñas entre los 5 y los 17 años que trabaja se redujo de 8.8 por ciento en 2012 a 7.3% en 2016, una caída de 1.5%.

Asimismo, el porcentaje de ocupación laboral infantil en la zona en 2016 era similar al de Asia y Pacífico (7.4%) pero muy inferior al de África Sub-sahariana (22.4%).

La FAO indicó que la mitad de los niños que trabaja en América Latina y el Caribe lo hace en la agricultura.

“Para lograr que ningún niño tenga que trabajar, los gobiernos deben desarrollar políticas específicas enfocadas en el trabajo infantil agrícola. Pero además, las empresas del sector deben hacer la parte que les toca (...)”, señaló Berdegué.