Madrid, 24 jun (RHC) El jefe de Gobierno de España, Pedro Sánchez, ratificó que aboga por normalizar las relaciones con la comunidad autónoma de Cataluña, y así se lo hará saber al presidente de la Generalidad, Quim Torra, en su reunión del próximo nueve de julio.
En una entrevista al diario local El País, Sánchez argumentó que los tiempos en que el Gobierno agravaba los problemas con Cataluña terminaron. Tenemos que ir paso a paso, reconstruir la confianza, la lealtad quebrada durante estos años de conflicto, precisó.
Sánchez propuso reiniciar la comisión bilateral que desde dos mil once no se reúne y significó que hay muchísimas cosas que se pueden hacer para buscar una renovación del pacto constitucional.
Por su parte, el presidente de Cataluña, Quim Torra, anunció de hecho la ruptura de las relaciones con la monarquía española, al cuestionar la actuación del rey Felipe VI frente al proceso secesionista impulsado en esa región.
En una declaración institucional, el mandatario separatista informó que en lo adelante su gobierno no invitará al monarca a los eventos oficiales organizados en esa comunidad autónoma nororiental, ni asistirá a ningún acto convocado por la Casa Real.
“Cataluña vive una situación excepcionalmente grave y no nos interesan las fotografías con aquellos que avalan y animan la represión”, denunció Torra, en alusión a la postura asumida por Felipe VI ante el conflicto territorial.
Aseguró que la próspera autonomía atraviesa un momento político muy crítico, porque “hay centenares de personas que son perseguidas por su ideología”.
Recordó que nueve políticos independentistas están en prisión y otros siete fuera del país, con motivo de la causa judicial que instruye el Tribunal Supremo de España contra los responsables del fallido intento de secesión de esa región de 7,5 millones de habitantes.
En su comparecencia en Barcelona, Torra situó al monarca como uno de los principales causantes de la falta de normalidad en Cataluña, sobre todo por su papel tras el referendo de autodeterminación del pasado 1 de octubre, declarado ilegal por la justicia española.
Dos días después de esa consulta, que culminó con una declaración unilateral de independencia, aprobada por el parlamento catalán el 27 de octubre, Felipe VI, en un discurso televisivo, no hizo referencia alguna a los heridos por las cargas policiales contra el referéndum.
Durante su alocución, el también jefe del Estado acusó a los dirigentes catalanes de deslealtad y pidió al entonces gobierno español encabezado por el conservador Mariano Rajoy garantizar el orden constitucional.
A juicio de Torra, el mensaje a la nación del 3 de octubre pronunciado por el soberano, ofreció “cobertura política” a lo que calificó de represión y violencia policial contra numerosos votantes en la consulta, unas imágenes que dieron la vuelta al mundo.
Pese a la ruptura de sus vínculos con la monarquía, el presidente autonómico confirmó su asistencia este viernes a la inauguración de los Juegos del Mediterráneo, en la ciudad catalana de Tarragona.
Durante los últimos días, se especuló con un posible plante del gobernante regional al rey en la apertura del evento deportivo, una suerte de olimpiada a pequeña escala en las que compiten los países bañados por el mar Mediterráneo.
Adelantó que aprovechará la presencia de Felipe VI en ese acto para entregarle un informe elaborado por el defensor del pueblo catalán sobre los altercados registrados durante el referendo.