Naciones Unidas, 24 sep (RHC) El presidente sudafricano Cyril Ramafosa, agradeció el entusiasmo mostrado por la comunidad internacional en ocasión del centenario del natalicio del legendario luchador antiapartheid, Nelson Mandela.
Al develar en la sede de la ONU en Nueva York una estatua de Mandela, resaltó Ramafosa que el primer presidente negro de Sudáfrica es reverenciado en su país como padre fundador de la democracia, cuya vida, sacrificios y contribución extraordinaria a la liberación continúa inspirando a generaciones sucesivas.
En ese sentido subrayó que para quienes nos reunimos en las Naciones Unidas, Nelson Mandela tendrá por siempre un lugar en Los corazones por su dedicación al servicio de la humanidad y la promoción de la paz en todo el orbe.
El primer mandatario sudafricano expresó sentirse honrado y agradecido por la convocatoria de la Cumbre de Paz, Nelson Mandela para rendir tributo a su memoria y enfatizó que los valores con los que vivió y dedicó su vida son universales.
Al presentar la estatua, el jefe de Estado de la nación africana precisó al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que su país recuerda con gran aprecio y gratitud el rol significativo desempeñado por el organismo internacional en respaldo a la lucha de su pueblo en contra del apartheid y el reclamo de la liberación de Mandela y otros presos políticos.
El ministro kazajo de Asuntos Exteriores, Kairat Abdrakhamanov, igualmente destacó el legado histórico de Nelson Mandela, al celebrarse aquí el centenario de su natalicio, y propuso una agenda de paz para el orbe.
Durante su intervención en la Cumbre de la Paz, dedicada al líder antiapartheid, el jefe de la diplomacia kazaja consideró que el revolucionario sudafricano fue faro político y mundial en el orbe, un símbolo de justicia e igualdad.
Mandela fue y será inspiración para la puesta en práctica de herramientas destinadas a evitar la violencia en el planeta y resolver conflictos, en momentos cuando existen confrontaciones étnicas, religiosas y de otro tipo, apuntó el canciller.
Kazajstán cuenta ahora con 100 grupos étnicos y 18 diferentes tipos de religiones, pero todos sus ciudadanos viven en absoluta armonía, subrayó el ministro.
Al respecto, se refirió a un documento presentado por el presidente kazajo, Nursultan Nazarbaev, el llamado Manifiesto de 2016, con el título El mundo del siglo XXI.
El texto recoge aspectos que coinciden con la agenda global de desarme, promovida por la ONU, para alcanzar la paz plena o cooperar en alertas tempranas ante fenómenos naturales.
Así que está en nuestras manos crear un mundo mejor, destacó el titular de Asuntos Exteriores, quien comentó la participación de su país en la solución de conflictos, en clara alusión a la condición de mediador de Kazajstán en Siria.
La capital kazaja fue sede de al menos 10 rondas de negociaciones entre jefes de grupos armados de la llamada oposición moderada y representantes del gobierno sirio.