Brasilia, 9 ene (RHC) El ex primer mandatario brasileño Michel Temer canceló la licencia de 130 radios comunitarias en diversas regiones del país el 31 de diciembre de 2018, un día antes de entregar la banda presidencial a Jair Bolsonaro.
Pedro Martins, representante de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias en Brasil, afirmó que la decisión configura una persecución, una mirada distinta para ese sector que representa la voz de las comunidades, las voces populares en la comunicación.
Denunció asimismo la no realización de debate con la sociedad antes de tomar la medida y afirmó que el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Innovaciones y Comunicaciones hizo el anuncio sin aclarar los motivos de la decisión.
Una nota oficial de la Asociación Brasileña de Radios Comunitarias cuestionó el trato del gobierno a las emisoras comunitarias, considerado muy diferente del trato a las emisoras comerciales.
Igualmente, las superintendencias regionales del Instituto Nacional de Reforma Agraria (Incra) de Brasil recibieron memorandos para interrumpir todos los procesos para la compra y expropiación de tierras.
De acuerdo con el Incra, 250 procesos en curso están suspendidos por disposiciones del nuevo gobierno de Jair Bolsonaro.
Movimientos sociales y expertos del tema evalúan que tal cesación es el primer paso de la administración de Bolsonaro para extinguir la reforma agraria.
Otros entendidos comentan que la detención es una manera de que el Gobierno gane tiempo hasta que se anuncien medidas que favorezcan el agronegocio.
El Incra informó que la interrupción es temporal, pero no detalló el plazo de duración de la orden.
Para el Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST), la medida puede profundizar la violencia en el campo.
Los actos violentos causaron 71 asesinatos en 2017, el mayor registro en 14 años.
'Si eso sucede (la extinción de la reforma agraria), habrá más enfrentamientos en el campo', vaticinó el dirigente nacional del MST, Alexandre Concepción.
'Los terratenientes ganaron junto a Bolsonaro y lo que ellos quieren es más concentración de tierras en manos de pocas personas', argumentó.
Medios periodísticos indican que la reforma agraria viene perdiendo espacio en el presupuesto del gobierno federal desde 2015.
Después de la asunción de Bolsonaro el 1 de enero, el Incra pasó del amparo de la Casa Civil (jefatura de gobierno) a la del Ministerio de Agricultura, dirigido por representantes del agronegocio.