Moscú, 24 ene (RHC) Estados Unidos demuestra en Venezuela un total desprecio de las normas y principios del derecho internacional y un intento por actuar como autoproclamado árbitro del destino de otras naciones, denunció la Cancillería rusa.

Los opositores extremistas del gobierno legítimo de Venezuela, que fracasaron en sus intentos de desalojar al presidente Nicolás Maduro, incluso a través de su eliminación física, eligieron el escenario más peligroso de confrontación, destaca un comunicado, referido por Prensa Latina.

La autodenominación de un opositor como 'presidente interino de Venezuela' y su reconocimiento inmediato por parte de Estados Unidos y varios naciones regionales tiene como objetivo agravar la división en la sociedad venezolana, apunta el texto oficial.

Además, busca el crecimiento de la lucha callejera, la desestabilización cardinal de la situación política interna y una mayor escalada del conflicto, agrega la Cancillería.

Tal maniobra intencional y, obviamente, bien pensada de 'doble poder' en Venezuela, busca crear un centro alternativo de toma de decisiones que es un camino directo al caos y la destrucción de los cimientos del Estado venezolano, denuncia la entidad rusa.

Existe el deseo de convertir a Venezuela en otro escenario para aplicar recetas probadas con anterioridad para el cambio de un gobierno no deseado por Washington, subraya el comunicado.

Particularmente inquietantes son las señales que alientan desde varias capitales, que no pueden ser descartadas, para pedir una intervención armada. Advertimos que tales aventuras están cargadas de consecuencias desastrosas, comenta la nota.

Hacemos un llamamiento a los políticos sensatos venezolanos que se oponen al gobierno legítimo de Maduro, a evitar convertirse en peones de un juego de ajedrez de otras potencias, afirma.

Suponemos que cualquier actividad política debe llevarse a cabo estrictamente en el marco del campo constitucional y de conformidad con la legislación nacional venezolana, señala.

Sólo los venezolanos tienen derecho a determinar su futuro, pues la intervención externa destructiva, especialmente en la situación actual extremadamente tensa, es inaceptable, apunta.

La incitación a la violencia nada tiene que ver con el proceso democrático. Este es un camino directo a la anarquía y al derramamiento de sangre.

Además, la tarea de la comunidad internacional es ayudar a encontrar un entendimiento mutuo entre las diversas fuerzas políticas en Venezuela, lo que coloca a los intereses nacionales en primer plano, señala.

Estamos listos para cooperar en esto con todos los estados que comparten estos objetivos, destaca el comunicado.

(Prensa Latina)