Damasco, 17 mar (RHC) El gobierno de Washington incrementa las presiones en Siria a pesar de los esfuerzos de la nación árabe por concluir la guerra en el país y con ello el actuar del terrorismo en la región del medio oriente.
Como medidas adicionales se encuentra la negativa de Estados Unidos y sus aliados de participar en la reconstrucción de Siria y la intensificación del bloqueo económico, mientras que el Ejército sirio consolida posiciones.
Las negociaciones para la pacificación se extienden, en la misma medida Estados Unidos, Francia y Reino Unido promueven reuniones como la más reciente de Bruselas y sabotean la retirada de refugiados del campamento de Rubkan.
De igual forma, Estados Unidos anuncia en las últimas horas que no hay calendario para la retirada de sus tropas ilegalmente ubicadas en el norte de Siria y junto a la frontera con Jordania e Iraq y manipula las investigaciones sobre el uso de armas químicas.
En la ciudad belga de Bruselas, los centros de poder occidentales afirmaron: 'Declaramos claramente que no consideraremos brindar ni apoyar ninguna asistencia en la reconstrucción hasta que empiece de manera irreversible un auténtico proceso político creíble y sustantivo'.
La política es un arma y tal posición a la que se unió Alemania, aprieta el gatillo contra Siria con un doble rasero habitual y calificado de hipócrita, tergiversador y como una historia de mentiras expuesta una reciente declaración de la Cancillería de este país.
Pero en la realidad, muestran sus intenciones cuando deciden otorgar cinco millones de dólares para sostener a los denominados Cascos Blancos como una organización humanitaria y objetivamente vinculada a grupos terroristas como el otrora Frente Al Nusra.
Por otra parte, la dramática situación de cerca de 40 mil sirios en el campamento de Rubkan, cerca de la también ilegal base de Al Tanef, junto a la frontera iraquí y jordana, es utilizada para chantajear tanto a Damasco como a Moscú, de acuerdo a las denuncias al respecto.
Los comités de coordinación de Rusia y Siria para el retorno de los desplazados, revelaron que más de 800 desplazados sirios que abandonaron el campamento desde mayo del 2018 se vieron obligados a pagar 300 dólares individualmente a los grupos terroristas patrocinados por las fuerzas de ocupación estadounidenses en la zona.