Tegucigalpa, 9 abr (RHC) Publicación hondureña registra que asesinatos, agresiones físicas y psicológicas, intimidaciones, torturas, encarcelamientos ilegales, campañas de odio, secuestro y desapariciones forzosas, entre otros, figuran en la lista de peligros que corren los líderes políticos y los defensores de los derechos humanos en Honduras.
En los últimos 12 meses se registraron unos 118 incidentes violentos contra personas dedicadas a esta labor, detalla el periódico Pasos de Animal Grande.
Datos de la Asociación por la Democracia y los Derechos Humanos, citados por el diario, indican que de abril del 2018 a marzo del 2019 el departamento de Francisco Morazán fue donde más ataques se perpetraron contra defensores de los derechos humanos: 33 incidentes violentos.
Le siguen Colón con 23, Choluteca con 19, Atlántida con 14 y Yoro con 13, en tanto Cortés registra cinco, Copan tres, con dos cada uno se encuentran Comayagua, Valle y Santa Bárbara y con uno Intibucá, añade la publicación.
No obstante, las cifras pudieran ser mayores porque ante la falta de justicia las personas afectadas decidieron callarse o abandonar el país de forma silenciosa, subraya el artículo.
Puntualiza que entre los agresores de los defensores de los derechos humanos se menciona al presidente del país, Juan Orlando Hernández, y al del Congreso Nacional, Mauricio Oliva, así como a las máximas autoridades del Ministerio Público, del Poder Judicial y la Policía Nacional, entre otras instancias.
También se mencionan a alcaldes municipales, diputados, al propio cardenal Oscar Rodríguez, algunos periodistas y corporaciones de televisión, empresas mineras y varios proyectos de energía hidroeléctrica.
Según los datos los afectados son poblaciones que defienden el territorio, demás bienes comunes, derechos económicos y sociales, miembros de organizaciones defensoras de los derechos humanos y sacerdotes que acompañan las luchas sociales.