Lima, 30 abr (RHC) Testimonios incriminatorios de un funcionario gubernamental acusan al al suicida expresidente peruano Alan García por el delito de corrupción.
El declarante, Miguel Atala, exvicepresidente de la empresa estatal Petroperú y acaudalado empresario, está detenido desde el 17 de abril, cuando Alan García se mató de un disparo en la cabeza para no ser también apresado.
Convertido en colaborador a cambio de un mejor trato judicial –la Fiscalía pidió para él prisión domiciliaria.
Atala precisó que entregó a García, durante varios años y en numerosas fracciones, un millón 300 mil dólares de la empresa brasileña Odebrecht.
El citado monto lo recibió en una cuenta que abrió en Andorra a pedido del también preso exsecretario de García en su último gobierno (2011-2016), Luis Nava, según la confesión obtenida el pasado viernes, parte de la cual fue leída hoy por el fiscal del caso, José Pérez, en una audiencia del caso.
A esa suma se agregan tres millones de dólares que el exrepresentante de Odebrecht confesó la semana pasada que pagó en efectivo a Luis Nava, quien se los pidió en nombre de García, mientras están por esclarecerse otros sobornos.
El minucioso testimonio de Atala fue revelado por el portal de Internet IDL-Reporteros y detalla también que la cuenta se abrió en 2007 y recién al año siguiente le dijo que los fondos eran para García, a quien lo entregó de 2010 a 2018, en fracciones y montos que le solicitaba el beneficiario final.
Agrega que en 2010 el entonces gobernante lo convocó al palacio de Gobierno y le confirmó que el dinero que guardaba en la cuenta de Andorra era suyo y que se los entregó en forma paulatina.
De la operación participaron o estuvieron al tanto los hijos de Atala, Samir, y de Nava, José, quienes así lo han corroborado y también colaboran con la fiscalía.
El fiscal Pérez pidió libertad condicional para ambos y para Samir Atala la anulación de una orden de captura, a la espera de su retorno, en mayo. Solo solicitó mantener a Luis Nava en prisión preventiva por 36 meses.
Miguel Atala denunció que teme represalias contra él y su familia y que sabe que el Partido Aprista, de García, tiene un grupo de choque, lo cual negó la pequeña bancada parlamentaria de ese partido al catalogar de 'calumnia”, aunque fuentes de la organización confirmaron que esta siempre ha tenido fuerzas de ese tipo.
Los legisladores apristas intentaron también desacreditar la confesión de Atala y dijeron que se trata de un intento de librarse de su responsabilidad penal cargando las culpas al difunto, por lo que aguardarán que presente las pruebas de sus dichos para pronunciarse.