Brasilia, 13 may (RHC) El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva afirmó que el pueblo brasileño merece vivir hoy en un país mejor y más justo, al enviar un mensaje de saludo al Sindicato de Metalúrgicos del ABC que cumplió 60 años.
'En el aniversario de 60 años de nuestro Sindicato, quiero decirles que nunca olvidé de dónde he venido y que, incluso de aquí donde estoy preso injustamente, nunca desistí de seguir luchando', escribió Lula en una carta leída durante un evento conmemorativo realizado ayer en la sede de la entidad, en Sao Bernardo do Campo, Sao Paulo. resalta Prensa Latina.
Recordó la histórica huelga de los metalúrgicos en Scania en 1978 que sacudió la dictadura (1964-1985) y representó un hito en el sindicalismo brasileño.
'Hace 41 años, el 12 de mayo de 1978, las máquinas pararon en la fábrica de Scania de Sao Bernardo do Campo. Fue el inicio de la primera gran huelga en el ABC (zona industrial) después de un largo período de represión y control salarial. La clase trabajadora levantó la cabeza y mostró su fuerza, cambiando la historia del país', indicó el exdirigente obrero.
Admitió que 'por haber participado en esa huelga y tantas otras, tengo mucho orgullo de ser miembro del Sindicato de los Metalúrgicos del ABC desde 1968'.
Junto con ustedes, añadió, 'aprendí que vale la pena luchar por la justicia y la democracia, por los derechos de los trabajadores y una vida mejor para nuestro pueblo, por más difíciles que sean las condiciones de esa lucha'.
Lula fue elegido en 1975 presidente del sindicato, siendo reelegido tres años después.
En 1980, el sindicato sufrió intervención y la directiva fue destituida, con dirigentes presos y encuadrados en la Ley de Seguridad Nacional, entre ellos el exmandatario.
'Juntos, hicimos mucho para cambiar nuestro Brasil. Tengo fe que nos volveremos a reunir para cambiar mucho más, porque nuestro pueblo merece vivir en un país mejor y más justo', subrayó el exsindicalista.
Desde el 7 de abril de 2018, Lula permanece en prisión por supuestamente haber recibido un lujoso apartamento triplex en la ciudad de Guarujá, en el litoral de Sao Paulo, de la constructora OAS, a cambio de favorecer a la compañía en contratos con la petrolera estatal Petrobras.
En febrero, recibió otra condena a 12 años y 11 meses de cárcel por las reparaciones que las constructoras OAS y Odebrecht hicieron en una propiedad rural atribuida al expresidente en Atibaia, Sao Paulo, como pago a presuntos favores políticos.
Ante las acusaciones, el fundador del Partido de los Trabajadores insiste en que resulta víctima de una verdadera persecución política y que luchará hasta el final por su dignidad.
(Prensa Latina)