Santiago de Chile, 10 jun (Prensa Latina) Unos 70 mil miembros del Colegio de Profesores de Chile entran hoy en la segunda semana de paralización de las clases a nivel nacional ante la falta de respuestas del gobierno a sus demandas.
El importante gremio insiste en la necesidad de mejores condiciones laborales y que el Ministerio de Educación juegue su papel en garantizar una adecuada atención a la enseñanza pública y tome medidas para detener su deterioro.
El paro indefinido tendrá otro momento importante mañana martes con la convocatoria a todos los docentes del país a una gran manifestación que deberá culminar con una concentración frente al Congreso Nacional, en Valparaíso.
En una comunicado interno a sus miembros el gremio señaló que el paro continúa con mayor fuerza y no se levantará hasta que exista respuesta satisfactoria de parte del Gobierno, la que será evaluada por el magisterio chileno.
Desde el 3 de junio el Colegio de Profesores paralizó las clases en miles de escuelas del país.
Las protestas alcanzaron su clímax el jueves último, cuando los docentes protagonizaron una marcha de más de 50 mil personas en esta capital y realizaron manifestaciones igualmente concurridas en otras ciudades, con el apoyo de organizaciones estudiantiles y otras fuerzas.
El paro obedece a la falta de respuesta del gobierno tras prolongadas negociaciones, a una serie de demandas a favor de la enseñanza pública que ellos consideran abandonada y con recursos cada vez más reducidos.
Los maestros han insistido en que no reclaman aumentos de salarios, sino mejoras de sus condiciones de trabajo, y rechazan además la decisión de retirar del programa obligatorio de la enseñanza media las asignaturas de Historia y Educación Física, para dejarlas como opcionales, lo que consideran una aberración.
Las manifestaciones de los últimos días no han estado exentas de violencia, y los maestros han denunciado la represión desproporcionada de que han sido víctimas por fuerzas especiales de carabineros que han disuelto marchas pacíficas con chorros de agua y gases lacrimógenos y decenas de detenidos.
(Prensa Latina)