Brasilia, 30 ago (RHC) Brasil perdió 89 millones de hectáreas de bosques en 33 años y más de la mitad, 47 millones, ocurrió en la Amazonia, de acuerdo con datos del sistema MapBiomas citados por el portal Brasil de Fato.
Las estadísticas de la iniciativa del Observatorio del Clima que monitorea todos los biomas (conjunto de ecosistemas) del país muestran además que los pastos y plantaciones para actividad agropecuaria crecieron en 86 millones de hectáreas en el mismo período.
Recientemente el Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonia reveló que hubo 27 000 focos de incendio en agosto, la mayoría relacionados con la deforestación en la región, que alcanzó los 2254,8 kilómetros cuadrados en julio, un volumen 278 por ciento superior al mismo mes del año anterior.
Por las quemas en el llamado pulmón del planeta se responsabiliza al presidente Jair Bolsonaro, quien enfrenta críticas por su política a favor de la agroindustria y la minería en la Amazonia, en detrimento de las reservas indígenas y el medio ambiente, y una reacción morosa frente a los incendios.
Igualmente Bolivia recibe el apoyo de diferentes países para mitigar los incendios forestales que afectan la región de la Chiquitanía, llanura sudamericana ubicada entre el Gran Chaco y la Amazonía, en el departamento de Santa Cruz (este).
El presidente Evo Morales informó que Rusia propuso prestar un avión Ilyushin, con capacidad para transportar hasta 50 mil litros de agua, que llegará en unos cinco días.
“Nos prestarán (la aeronave) y nosotros cubriremos todos los gastos operativos”, explicó el mandatario ante la prensa.
Asimismo, el Gobierno de Francia comunicó a la Cancillería de Bolivia que cooperará pagando las horas de vuelo de tres helicópteros, los cuales pueden cargar hasta cuatro mil litros de agua, para reforzar el combate contra el fuego.
Perú envió dos helicópteros, que han sido de gran ayuda desde su arribo a Bolivia.
“Saludamos (el trabajo de) los helicópteros de Perú (…) Ellos debían quedarse hasta el sábado, sólo venían por tres días, pero nos indican que se quedarán hasta el martes”, indicó Morales.
Esas aeronaves se suman al trabajo del SuperTanker contratado por Bolivia, que es considerado el avión más grande del mundo e inició sus operaciones el pasado viernes.
El SuperTanker tiene capacidad para rociar más de 74 mil litros de agua, gel, espuma, o la combinación de cualquiera de ellos, para apagar el fuego en tres kilómetros de longitud y 50 metros de ancho.
Para contratar esa aeronave, el Estado boliviano depositó 800 mil dólares como garantía a la compañía estadounidense Global SuperTanker Services, informó el vicepresidente Álvaro García Linera.
Cada vuelo cuesta aproximadamente 16 mil dólares, pero por instrucción del presidente Evo Morales se realiza lo necesario para combatir las llamas, aseguró.
Por otro lado, Argentina envió 200 brigadistas de las Fuerzas Armadas, mientras representantes de Canadá y Suiza llegaron al lugar del siniestro con implementos para los bomberos y voluntarios.
Francia gestionó 20 millones de dólares del Grupo de los siete países (G7) para aplacar el fuego en la Amazonía, y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) también dispuso de al menos 500 mil dólares.
Esa ayuda se suma a los 300 mil dólares anunciados por el Banco de Desarrollo de América Latina-CAF y a los recursos destinados por el Banco de Desarrollo Interamericano (200 mil), las Naciones Unidas (150 mil) y de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (un millón).
El ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, Diego Pary, informó que el trabajo con la cooperación internacional se organiza en dos etapas.
Una primera etapa es la emergencia en este momento para aplacar y apagar el fuego, mientras la segunda es la de post-incendio, que se implementará tras realizar una evaluación de los daños.